Al fuerte descenso en el número de consultas por parte de los pacientes con diabetes y otros trastornos del metabolismo en Colombia, hay que sumarle otros factores como la ansiedad y el estrés generados por el Covid-19 que han ocasionado un cambio drástico en los hábitos alimenticios, de sueño y de consumo de sustancias como el alcohol y el tabaco en estos pacientes, quienes requieren monitoreo constante para mantener el control de su enfermedad.
Aunque la sociedad en su mayoría no lo considera así, la obesidad es una enfermedad crónica y una puerta abierta para otros problemas más graves de salud. Una persona con sobrepeso puede pasar rápidamente a complicaciones más graves con su peso que impactarán seriamente su calidad de vida si no se toman las medidas para detenerlos.
Una de las condiciones más íntimamente ligadas con la obesidad es la diabetes, un padecimiento que, según los expertos, afecta a unos 3 millones de colombianos y que viene aumentando su incidencia en todas las regiones del país. Según la Asociación Colombiana de Endocrinología, al menos el 56 % de la población adulta tiene problemas de sobrepeso y obesidad; el gran problema de acuerdo con su presidente, el Dr. Henry Tovar, es que los colombianos asumen la obesidad “muy deportivamente” y hasta de forma “graciosa”, lo cual no les permite dimensionar el impacto real del problema.
En términos prácticos, el sobrepeso y la obesidad son estados de acumulación de grasa excesiva que alteran de una u otra manera el funcionamiento del cuerpo. La obesidad se genera cuando ingresan al organismo más calorías de las que se queman en forma de grasa que después es difícil de eliminar. Una alimentación alta en grasas, la vida sedentaria y el consumo de tabaco y alcohol, así como el desconocimiento y la falta de programas de educación, prevención y detección temprana de estas enfermedades, contribuyen seriamente a su evolución y a su rápida expansión en el país.
A esta situación hay que sumarle el impacto del covid-19, que ha llevado a una reducción de hasta un 70% en las citas y controles de los pacientes ya diagnosticados con diabetes y otras comorbilidades, ocasionando una presión adicional en el sistema de salud y un escenario de preocupación por las descompensaciones que están sufriendo estos pacientes y por su llegada directa a urgencias o a unidades de cuidado intensivo, cuando son situaciones que pudieron haberse evitado.
“El gran problema es que en enfermedades como la diabetes, que afecta a unos 3 millones de colombianos, las personas deben tener un seguimiento constante para hacer ajustes en el tratamiento a medida que este avanza. Por esto, es importante que los pacientes retomen el control de su enfermedad y entiendan que no consultar a tiempo, por miedo al covid-19, puede ser aún más riesgoso”, asegura el Dr. Tovar, quien además expresó el compromiso del personal médico para acompañarlos en su enfermedad a pesar de todo lo que se ha generado por cuenta de la pandemia.
La diabetes no es nada dulce
Es tal vez una de las enfermedades más comunes pero, a su vez, desconocida para propios y extraños. La diabetes se caracteriza por el exceso de glucosa (azúcar) en la sangre y ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina, sustancia necesaria para llevar el azúcar de la sangre a las células del cuerpo, donde la glucosa se utiliza como energía. Cuando el cuerpo no produce suficiente insulina, la glucosa se acumula en la sangre y puede generar graves problemas de salud.
De igual forma, existen dos tipos de diabetes. La diabetes tipo 1 o diabetes juvenil, que se presenta en niños y adolescentes principalmente, y la diabetes tipo 2 que es la más común (más del 90% de los casos) y que se presenta en personas que superan los 40 años; en este último caso la obesidad tiene una incidencia muy importante. Es una patología que no discrimina y en la que, al igual que en el sobrepeso y la obesidad, los malos hábitos alimenticios, el sedentarismo y el consumo de sustancias tabaco o alcohol contribuyen a un pronóstico más complicado.
Según Érika Montañez, directora de la Fundación Voces Diabetes Colombia, al inicio de la pandemia toda la atención en salud se volcó hacia el Covid y allí se dejaron de atender a los pacientes con esta y otras enfermedades crónicas, lo cual generó interrupción en los tratamientos e, incluso, una aplicación fragmentada de los mismos. “Por lo general, los pacientes con diabetes necesitan controles mensuales y trimestrales. Cuando los pacientes diabéticos fueron incluidos en la lista de población vulnerable y de mayor riesgo de mortalidad por la infección con coronavirus, se generó gran temor entre esta población y un descenso en las consultas. Allí estos pacientes empezaron a enfermarse y a presentar cuadros clínicos más complejos”.
Teniendo en cuenta toda esta problemática, diversos actores relacionados con la atención de la diabetes, han levantado su voz para generar conciencia en estos pacientes con el fin de que retomen el control y puedan hacerle frente aún en época de pandemia. El autocuidado en casa, la reanudación de sus consultas y la adherencia a sus tratamientos son el principal llamado de toda la comunidad relacionada con la diabetes, para evitar otras complicaciones más graves como la ceguera, la amputación de sus extremidades, infartos y accidentes cerebrovasculares, complicaciones que pueden ser prevenibles o al menos disminuir sus consecuencias si se hacen los controles.
El Dr. Tovar manifiesta que los médicos están preparados para recibir de nuevo las consultas de los pacientes, bien sea de manera virtual o presencial con todas las medidas de seguridad. “En esas teleconsultas, revisamos cada caso puntual y determinamos qué tipo de pacientes requieran de una consulta presencial, para hacer los ajustes en el momento necesario y evitar otras complicaciones. Como médicos estamos preparados, pero el llamado es a vencer esos miedos que tenemos como pacientes. Descuidar la enfermedad de base puede ser mucho más peligroso”.
Según Montañez, adicional a la retoma de las consultas, tratamientos y exámenes, se está realizando un fuerte trabajo de concientización para los pacientes y sus familias, que consiste en fomentar una alimentación saludable, realizar ejercicio y mantener controlados los niveles de glucosa en casa. Un ejemplo de ello, es la llegada de las “Escuelas Familiares de Diabetes”, que consisten en espacios virtuales en los que diversos expertos y profesionales de la salud entregan información y educación en temas clave sobre cómo afrontar esta patología, los diferentes tipos que existen, la modificación de hábitos y estilo de vida, las estrategias para el buen control y ajustes de los tratamientos, entre otros. Desde mayo 510 familias se han visto beneficiadas por esta iniciativa que propicia un espacio de reconocimiento familiar de esta condición.
De igual manera, los expertos consultados abogan por mayores programas de promoción y prevención, para evitar que esos “kilitos de más” surjan como consecuencia de la falta de información y de las concepciones erróneas en torno a la alimentación y a la contextura del cuerpo humano. Todas estas estrategias y la unión de todos los actores interesados, son aspectos necesarios para que la sociedad pueda tomar el control de la obesidad, la diabetes y así lograr quitarle un peso de encima a las familias y al sistema de salud.