El oído es uno de los órganos más importantes que tiene el ser humano, puesto que además de ser el encargado de la audición, es el responsable del equilibrio del cuerpo.
Este órgano, según explican desde Stanford Childresn’s Health, se compone del oído externo, en él se encuentra el pabellón auricular o la aurícula y el conducto auditivo externo; la membrana timpánica o tímpano. Además, el oído medio está conformado por los huesecillos (martillo, yunque y estribo) y la trompa de Eustaquio; y en el oído interno se ubica la cóclea, el vestíbulo y los conductos semicirculares.
Cada una de estas partes desempeña un papel fundamental para el correcto desempeño del proceso auditivo. Por eso el cuidado de los oídos va más allá de la parte externa e involucra algunos buenos hábitos para mantener en buen estado los elementos que componen este órgano en su interior.
No es para menos que los profesionales de la salud entreguen estos consejos para prevenir el deterioro del organismo, si se considera que actualmente, según estimaciones de la Organización Mundial para la Salud, más de 460 millones de personas en el mundo padecen una pérdida auditiva discapacitante.
¿Es posible regenerar las células del oído para mejorar la audición?
Esta es una teoría sobre la que han trabajado los expertos. De acuerdo con lo señalado por el portal sobre salud Mundo Sano, un equipo de científicos de la Universidad de Northwestern detectó el gen responsable de las células ciliadas. Este tipo de células, según explican, son fundamentales para que el ser humano pueda percibir el sonido.
Existen dos tipos de células ciliadas, las externas que ayudan a amplificar la señal, como respuesta a la presión que realizan las ondas del sonido, y las internas, las cuales son las encargadas de transmitir dicha vibración hacia las neuronas. Generalmente, como señala Mundo Sano, la pérdida de este último tipo de células puede conllevar a complicaciones más graves de la audición, como la sordera.
La importancia del estudio que efectuó este equipo de profesionales radica en que, si bien ya habían producido células ciliadas antes, a partir del gen TBX2 podrán diferenciar entre ambas clases: externa e interna (cuando el gen se expresa).
“Ahora sabemos cómo crear de forma específica células internas o externas, e identificar por qué las primeras son más propensas a morir y provocar sordera”, destacó Jaime García-Anoveros, autor del trabajo, referenciado por Mundo Sano. Mediante este descubrimiento, esperan seguir trabajando para evaluar la posibilidad de programar nuevas células en el oído y tratar afecciones relacionadas con la audición.
¿Cómo proteger la salud del oído?
“La pérdida auditiva ocurre cuando una persona es incapaz de oír tan bien como alguien que tiene una audición normal. La pérdida auditiva varía de leve a profunda, y puede afectar uno o ambos oídos. Casi una de cada dieciséis personas en todo el mundo tiene una pérdida auditiva que afecta su vida diaria”, señala el Manual Básico de Cuidado del Oído y la Audición, de la Organización Mundial para la Salud.
En este mismo documento, la entidad señala algunas prácticas que no se deben hacer para conservar la buena salud del oído. Entre ellas se enlista, no introducir ningún objeto en el oído, ni hisopos, tijeras, palillos u cualquier otro material; no aplicar ningún aceite frío o caliente, ni ningún otro remedio casero, para tratar alguna enfermedad asociada al oído; no nadar o bañarse en agua sucia.
Por su parte, el blog del Centro Auditivo Estaire, entrega algunas recomendaciones para cuidar la salud del oído. La principal de ellas, coincide con la OMS, es no ingresar ningún objeto extraño al oído.
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Un segundo consejo es evitar los ruidos fuertes, a que esto puede deteriorar la audición. En ese mismo sentido, se aconseja no exponerse constantemente a situaciones en las que el volumen del ruido pueda ser demasiado alto, como estados, discotecas o conciertos.
Otra recomendación vital es acudir a los especialistas en salud auditiva para conocer el diagnóstico adecuado en caso de presentar síntomas asociados a enfermedades del oído, y así recibir el tratamiento correcto según cada caso particular. En esta misma línea, se aconseja no automedicarse.