El celular se ha convertido en una herramienta que solventa necesidades de comunicación en las personas y, para cada quien, un teléfono móvil tiene diferentes funciones. Sin embargo, vivir pendiente al aparato tecnológico es algo que se experimenta en el día a día y eso podría no ser tan positivo para la salud.
De acuerdo con un estudio en Estados Unidos, más de 200 veces es la cantidad que un usuario mira su teléfono celular; “una vez cada cuatro minutos y medio”, razón por la cual el estado físico se ve comprometido.
Si bien es cierto que el celular ya hace parte del accionar diario y es considerado como un elemento con “memoria propia”, su uso debe ser consciente. De no ser así, existen razones por las cuales aparecen consecuencias físicas causando riesgos, como:
1. Cuadro emocional: para nadie es un secreto que el celular se ha entrometido en la vida del ser humano hasta el punto en el que repercute en su forma de actuar ante los demás. Es por ello que una investigación de la Universidad de Gotemburgo dice que el uso excesivo del teléfono móvil produce estrés, trastornos de sueño y depresión.
Para llegar a este tipo de consideraciones, los expertos analizaron el número de mensajes y llamadas enviadas por la muestra de personas que participaron, es así como se descubrió una “dependencia” que impacta en las emociones y manifestaciones físicas.
Los especialistas en salud ocupacional de RP Salud señalan que es necesario alejarse del celular en momentos clave como a la hora de tomar el almuerzo o conversar con alguien.
2. Cáncer: una de las manifestaciones que podrían darse en el cuerpo por el uso excesivo de los aparatos tecnológicos es el cáncer. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no descarta la idea de que los celulares sean posiblemente cancerígenos, esto porque tienen campos de radiofrecuencia. No obstante, aún falta mayor aporte investigativo para determinar por completo las consecuencias.
En ese sentido, los especialistas recomiendan no dormir con el celular bajo la almohada.
3. Bacterias: los microorganismos y bacterias están por todas partes, solo que debido a su diminuto tamaño no se pueden ver sin la ayuda de un microscopio. Uno de los objetos que mayor cantidad de bacterias almacena es el celular, ya que, como su uso es constante, el aparato está expuesto a un sinfín de contaminantes. Varios estudios han llegado a compartir que el celular tiene más bacterias que el inodoro, “pueden llegar a acumular hasta 10.000 gérmenes por centímetro cuadrado”, detallan médicos laborales.
Lo más aconsejable es limpiar el celular de manera periódica y procurar realizar un lavado de manos tras cada uso.
4. Dolor crónico: la posición con la que se agarra el celular juega un papel fundamental para evitar sentir dolencias. Según los expertos, la inclinación de 15 grados que hacemos al hablar por teléfono aumenta el peso hasta 14 kilogramos, esto hace que el cuello se tensione y se experimentan dolores físicos, como el de columna y espalda. Para prevenir este tipo de afectaciones físicas, el uso de auriculares o manos libres es una buena alternativa.
5. Fatiga visual: la exposición a la luz y otros factores comprometen al órgano visual. El celular es un arma de doble filo porque a pesar de que ha contribuido a la información y el desarrollo del ser humano, también ha impactado la salud ocular.
Los ojos son una de las partes más importantes del cuerpo, pero se pueden ver deteriorados con el teléfono móvil, ya que características como la letra pequeña, exposición a la luz y sistematización de la acción de observar el aparato causa fatiga visual digital, según la Clínica Oftalmológica de Madrid Ocumeed.
En conclusión, se aconseja dar un uso consciente al celular y si experimenta cambios o molestias físicas, cambiar los hábitos dados por la manipulación de las tecnologías, además de asistir a una consulta médica.