Es natural que las personas sientan deseo de ingerir líquidos cuando realizan actividad física, después de comer o como parte de una rutina de hidratación del cuerpo.

De hecho, tomar abundantes cantidades de este líquido es saludable para el organismo en la mayoría de los casos y es una recomendación que, de forma recurrente, hacen los médicos y especialistas. Sin embargo, cuando una persona siente mucha necesidad de beber, esto puede ser resultado de una enfermedad física o emocional, precisa la biblioteca médica Medline Plus.

Por ejemplo, la sed excesiva en ocasiones es síntoma de la presencia de altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre (hiperglucemia), lo que puede derivar en el desarrollo de una enfermedad crónica conocida como diabetes, ya sea tipo 1 o 2.

Medline Plus explica que existen diferentes razones por las cuales una persona puede presentar una sed excesiva. Esto se puede presentar cuando se ingiere una comida muy condimentada o salada, cuando la persona se enfrenta a un sangrado por alguna razón y este es tan fuerte para causar una disminución considerable del volumen de la sangre y cuando la persona sufre de diabetes mellitus o diabetes insípida.

Esta última se produce cuando el cuerpo no regula correctamente los niveles de líquido, precisa el instituto de investigación Mayo Clinic. La causa de esta enfermedad es un daño en la hipófisis o en el hipotálamo, que normalmente obedece a un traumatismo craneal, problemas genéticos, pérdida de riego sanguíneo a la hipófisis o alguna infección o una cirugía.

Otras enfermedades

Sin embargo, esta enfermedad no es la única relacionada con el exceso de sed. También se puede presentar por la presencia de sepsis, que es resultado de un desequilibrio de la respuesta inmune, por causa de una infección causada por hongos, bacterias, virus o parásitos.

Este padecimiento llega acompañado de niveles importantes de fiebre, que llevan a que se produzca una deshidratación, que provoca sed y genera en el cuerpo la necesidad de reponer los líquidos perdidos, explica el médico José Gerardo Rosciano Paganelli, en un artículo publicado en el portal Mejor con Salud.

Otro de los padecimientos que puede ocasionar mucha sed es el hiperaldosteronismo primario, una afección que causa algunos casos de hipertensión, explica el especialista. “Hay una hormona que es producida en la parte externa de la glándula suprarrenal, llamada corteza suprarrenal. Su función es que los riñones retengan sodio y liberen potasio”, precisa.

Beber aproximadamente dos litros de agua diarios, contribuye a la eliminación de toxinas del organismo. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

Sin embargo, si la persona tiene bajos niveles de potasio en la sangre durante un período de tiempo, esto hará que los mencionados órganos sean resistentes e insensibles a la hormona, lo que ocasiona que el paciente requiera orinar con frecuencia y esto causa sed porque el cuerpo necesita reponer los líquidos.

Por último, la deshidratación es una de las principales razones por las que una persona puede tener mucha sed y es una de las causas más frecuentes. Esto se da cuando una persona suda en exceso o presenta vómitos o diarreas.

Cuando la deshidratación es moderada, el paciente siente sed, falta de energía y calambres, además de sequedad en los labios y la boca. Sin embargo, cuando esta situación se presenta en forma severa, es posible que la persona tenga problemas para orinar, respiración muy rápida, la piel pierda elasticidad, la presión arterial se baje, el corazón lata rápidamente y, en últimas, es posible que se presente pérdida del conocimiento.

¿Cuándo consultar al médico?

Los especialistas aconsejan que se consulte al médico cuando la sed excesiva es continua e inexplicable o cuando se presenta acompañada de síntomas que aparentemente no tienen relación como visión borrosa y fatiga o en caso de que el volumen diario de orina eliminado sea muy significativo.