Sentirse cansado regularmente es muy común. De hecho, cerca de un tercio de los adolescentes sanos, adultos y personas mayores reportan sentirse somnolientos o fatigados en algún momento.

La fatiga puede ser una respuesta normal al esfuerzo físico, al estrés emocional, al aburrimiento o a la falta de sueño. “Se trata de un síntoma común y por lo regular no se debe a una enfermedad seria. Pero puede ser un signo de un trastorno físico o mental más grave”, señala la biblioteca médica Medlineplus.

Cuando la fatiga no se alivia con dormir bien, nutrirse o tener un ambiente de bajo estrés debe ser evaluada por un especialista porque puede obedecer a problemas serios de salud. De acuerdo con el mencionado sitio web, este padecimiento puede ser causado por ejemplo por anemia, depresión, deficiencia de hierro, glándula tiroides poco activa y consumo de alcohol o drogas.

El portal Infosalus asegura que el sueño es la vía natural por la que el organismo regula la fatiga, de forma que después del descanso nocturno este cansancio desaparece y se vuelven a recuperar los niveles de energía que permiten realizar la actividad normal.

No obstante, para los pacientes con fatigas patológicas, así duerman bien, la energía no se recupera , lo que genera un cansancio permanente.

El portal especializado Healthline define 10 causas que pueden motivar este padecimiento:

Consumir demasiados carbohidratos refinados

Los carbohidratos pueden ser una fuente rápida de energía. Cuando la persona los ingiere el cuerpo los descompone en azúcar, que se puede usar como combustible. Sin embargo, comer muchos carbohidratos refinados puede hacer que el paciente se sienta cansado durante todo el día.

El consumo de azúcar y carbohidratos procesados causa un rápido aumento en el azúcar en la sangre. Esto le indica al páncreas que produzca una gran cantidad de insulina para sacar el azúcar de la sangre y llevarla a las células. Este aumento brusco en los niveles de azúcar y la caída posterior, pueden hacer que la persona se siente exhausta.

Llevar un estilo de vida sedentario

La inactividad también puede ser la causa de la baja energía. Hay estudios que sugieren que las personas con síndrome de fatiga crónica (SFC) tienden a tener niveles bajos de fuerza física y resistencia, lo que limita su capacidad para ejercitarse. Sin embargo, una revisión de estudios que incluyó a más de 1.500 personas encontró que el ejercicio podría reducir la fatiga en las personas con SFC.

Las causas de la fatiga son diversas y pueden tener un origen físico o psicológico.

No dormir lo suficiente

El cuerpo hace muchas cosas mientras duerme incluyendo la posibilidad de almacenar memoria y liberar hormonas que regulan el metabolismo y niveles de energía. Después de una noche de sueño de buena calidad, normalmente la persona se despierta sintiéndose renovada, alerta y llena de energía. Según la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño y Sociedad de Investigación del Sueño, los adultos necesitan un promedio de siete horas de sueño por la noche para gozar de una salud óptima. Hacer actividad física durante el día podría ayudar a obtener un sueño más reparador por la noche.

Sensibilidad a alimentos

La sensibilidad o intolerancia alimentaria suele causar síntomas como erupciones cutáneas, problemas digestivos, secreción nasal o dolores de cabeza. Las intolerancias comunes a los alimentos incluyen gluten, lácteos, huevos, soja y maíz.

No consumir suficientes calorías

Consumir muy pocas calorías puede causar una sensación de agotamiento. Estas son unidades de energía que se encuentran en los alimentos y el cuerpo las usa para poder moverse y estimular procesos como respirar y mantener una temperatura corporal constante. Cuando la persona consume muy pocas calorías, el metabolismo se ralentiza para poder conservar energía, y esto puede causar fatiga. Los expertos en envejecimiento creen que, si bien el metabolismo disminuye con la edad, las personas mayores podrían necesitar comer el máximo de su rango de calorías para realizar funciones normales sin fatigarse.

Dormir en el momento incorrecto

Además del sueño inapropiado, dormir en el momento incorrecto puede reducir la energía. Dormir durante el día y no en la noche interrumpe el ritmo circadiano del cuerpo, que son los cambios biológicos que ocurren en respuesta a la luz y la oscuridad durante un ciclo de 24 horas.

Algunas investigaciones han encontrado que cuando el patrón de sueño no está sincronizado con el ritmo circadiano, se puede desarrollar fatiga crónica. Este es un problema común entre las personas que realizan turnos o trabajo nocturno.

No consumir suficiente proteína

La ingesta inadecuada de proteínas podría contribuir a la fatiga. Se ha demostrado que consumir proteínas aumenta la tasa metabólica más que los carbohidratos o las grasas, indica el portal Healthline. Además de ayudar a perder peso, esto también puede ayudar a prevenir el cansancio.

El ejercicio físico puede generar cansancio, pero las razones de este padecimiento pueden ser variadas. | Foto: Getty Images

Hidratación Inadecuada

Estar bien hidratado es importante para mantener buenos niveles de energía. Las diversas reacciones bioquímicas que ocurren en el cuerpo todos los días resultan en una pérdida de agua que se debe sustituir.

Hay deshidratación cuando la persona no bebe suficiente líquido para reemplazar el agua perdida en la orina, las heces, el sudor y la respiración.

Depender de bebidas energéticas

Hay muchas bebidas que prometen aportar energía rápida, sin embargo, es posible que éstas también provoquen fatiga de rebote cuando los efectos de la cafeína y el azúcar desaparecen.

Altos niveles de estrés

El estrés crónico puede tener un profundo efecto en los niveles de energía y en la calidad de vida. Si bien un poco de estrés es normal, los niveles excesivos se han relacionado con la fatiga. Auqnue es natural que algunas personas no puedan evitar situaciones estresantes, desarrollar estrategias para lidiar con el estrés puede ayudar a evitar el agotamiento. El yoga y la meditación pueden ser ideales para cumplir con este objetivo.