Son muchas las personas en Colombia y en diferentes partes del mundo las que utilizan un grupo de alimentos como las frutas para elaborar jugos naturales. Estas bebidas, por lo general, se utilizan para acompañar los alimentos que se consumen en la mañana, para el desayuno; en el mediodía, para el almuerzo y en la noche, para la cena.
Además, cabe mencionar que la gran mayoría de zumos o jugos naturales son muy refrescantes, siempre y cuando se consuman en un estado frío. Los jugos más populares y consumidos a nivel mundial son el de uva, el de fresa, el de mora, el de banano, el de papaya, el de melón, el de sandía, el de mandarina y el de naranja.
Precisamente, el jugo de naranja, “tiene un sabor frutal y ácido. La calidad del zumo de naranja se ve influenciada principalmente por factores microbiológicos, enzimáticos, químicos y físicos, que suelen ser los que comprometen las características organolépticas (aroma, sabor, color, consistencia, estabilidad y turbidez, separación de las fases sólidas/líquidas) así como las características nutricionales”, explica el sitio web Ecu Red.
“Uno de los usos culinarios primordiales es como refresco aunque es muy empleado en muchos desayunos del mundo: es parte del famoso desayuno inglés. Se emplea en la elaboración de algunos cocktails como el destornillador, el Feuerzangenbowle (ponche navideño en alemán), la sangría, el agua de Valencia (mezcla de cava y zumo de naranja) o el tequila sunrise”, agrega el portal.
A pesar de que el jugo de naranja es muy consumido a nivel mundial, las personas que lo ingieren deben tener un gran cuidado con su ingesta, ya que, si se bebe en exceso, le puede generar efectos muy negativos al organismo.
En este sentido, la plataforma digital Salud 180, en su sección Bienestar, indica seis razones por las que se debería dejar de beber un jugo o zumo tan popular como el de naranja. Estas son:
1. Contiene fructosa. “Una investigación realizada por los expertos Robert Lustig y Richard Johnson, indica que el exceso de esta hace subir de peso engañando al metabolismo, ya que apaga el órgano de control del apetito en su sistema. La fructosa no estimula adecuadamente la insulina, que a su vez, no suprime la grelina (la hormona del hambre) y no estimula la leptina (la hormona de la saciedad), que juntos dan lugar a la resistencia a la insulina y esto hace a una persona comer de más”, indica.
2. Puede dañar los oídos. El exceso de fructosa puede aumentar los niveles de triglicéridos en la sangre, lo cual, causa graves problemas circulatorios. Esto, a su vez, puede dañar los oídos con el paso del tiempo.
3. Puede causar diabetes. “Un estudio publicado en British Medical Journal, sobre el consumo de frutas y el riesgo de diabetes tipo 2, revela que pese a que comer fruta reduce el riesgo de desarrollar diabetes, beberla parece aumentarlo”.
4. El tiempo reduce su valor nutricional. Si el jugo de naranja no se mantiene fresco y pasa más de dos horas afuera de la nevera, su valor nutricional se puede recudir hasta en un 80 %.
5. Baja su contenido en fibra. “Un vaso de jugo de naranja representa el 10 % de la fibra que una naranja tiene”.
6. Aumenta de peso. Beber en exceso jugo o zumo de naranja favorece la formación de grasa en diferentes zonas del cuerpo, por eso, con el paso del tiempo, estimula el aumento de peso sin control, lo cual puede generar otros problemas de salud.