El café es una bebida que se consume en todas las partes del mundo, su exquisito sabor y su capacidad para proporcionar un estímulo temporal, lo convierte en el líquido favorito de las personas. Sin embargo, existe individuos que no lo pueden tomar, ya que puede traer efectos negativos en el organismo.
Según un informe hecho en el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN), su consumo moderado puede ser beneficioso para la mayoría de sujetos, pues está asociado a una menor tasa de mortalidad, riesgo a enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer, afecciones neurológicas, metabólicas y hepáticas. Aunque al tomarlo excesivamente causa lo contrario.
Investigadores del Instituto di Ricerche Farmacologiche Mario Negri (Italia), descubrieron que el consumo de café reduce el riesgo de cáncer de hígado en 40 %. Este resultado mejoró hasta más de 50 % si el consumo se ampliaba a tres tazas de café al día.
Dicha función se debe gracias a que es una bebida rica en antioxidantes, que protege las células de la oxidación, impidiendo la acción de los radicales libres y evitando de esta manera un envejecimiento precoz.
Pese a los beneficios que contiene, se debe tener en cuenta que es preferible tomarlo sín azúcar y sin leche. Aunque, existe una gran mayoría de personas a las que se le aconseja no consumirlo porque puede trae efectos segundarios o tener contradiciones, ellos son:
- Las mujeres embarazadas: las investigaciones que se han realizado sobre la cafeína en el embarazo aún es un tema en evolución, algunos expertos de la salud recomiendan limitar la ingesta de café durante esta etapa, ya que su exceso puede aumentar el riesgo de complicaciones durante la gestación, como parto prematuro o la pérdida de peso del bebé al nacer.
- Personas con trastornos de ansiedad: esta bebida contiene cafeína, un estimulante que puede aumentar esta afección, pues los individuos que ya padecían de este trastorno puede experimentar síntomas más intensos, como nerviosismo, palpitaciones y sensación de temblor.
- Personas con sensibilidad a la cafeína: unas personas son más sensibles que otras. Es por ello, que presentan efectos segundarios, como nerviosismo, insomnio y dolores de cabeza. Esto puede experimentarse hasta con cantidades moderadas.
- Sujetos con problemas de insomnio: el café es conocido por su capacidad de dificultar el sueño y puede llevar a que empeore esta afectación. No obstante, se aconseja no tomarlo en la noche o dejarlos de consumir.
- Personas con problemas gastrointestinales: esta bebida puede ser irritante para sistema intestinal, es decir, pacientes que sufren de enfermedades como gastritis, reflujo ácido o úlceras pépticas que pueden presentar molestias o empeoramiento en sus síntomas.
Es necesario destacar que esta sustancia, a medida que se vaya disminuyendo su consumo, puede ser reemplazada por otro producto similar como algún tipo de té. Sin embargo, esto debe ser supervisado por un especialista.