Arreglar la cama cada día es una tarea que para muchos suele ser una tortura, razón por la que suelen acostarse bajo cobijas desordenadas y sábanas sin sacudir o cambiar. La falta de este simple hábito de vida pueden traer problemas para la salud de los “perezosos”.
Desde la perspectiva de la salud mental, hacer la cama puede llegar a generar una sensación placentera en las personas, salir de casa sabiendo que todo queda en orden y listo para utilizar al llegar tras una larga jornada genera una buena sensación mental.
Está demostrado que tener la cama tiene efectos sobre la autoestima de las personas, debido a la sensación que genera de haber hecho bien las cosas, así lo explica el portal experto en productos de descanso Aznar.
“Hacer la cama cada día repercute positivamente en tu autoestima, pues empezarás la jornada con la gustosa sensación de dejar las cosas bien hechas. Esta sensación se refuerza cuando llegas a casa y te sientes feliz al ver tu cama perfecta”, explica.
Desde el punto de vista físico, tender la cama puede ser un mecanismo de higiene contra ácaros y partículas nocivas que suelen quedar en el aire. Estas pueden generar alergias en la piel o una afectación en el sistema respiratorio.
Cabe resaltar la importancia de tener cobijas y sábanas limpias en la cama, además tener un colchón en excelentes condiciones, estas medidas se deben reforzar en caso de dormir con mascotas, el portal Babelo expone algunas recomendaciones a la hora de hacer la cama.
“Es importante dejar que toda la habitación ventile unos minutos antes de volver a cubrir el colchón con las sábanas, mantas y colchas: le estaremos dando tiempo a airearse y quitar la carga del ambiente. Este consejo es especialmente importante si tienes mascotas y duermes con ellas”, señala.
Formas de identificar el momento más adecuado para ir a dormir
Ir a la cama es una acción necesaria para poder llevar a cabo las actividades del día a día, ya que el sueño se caracteriza por ser una práctica recuperadora y relajante. En ese sentido, existe una premisa conocida como la ‘ventana del sueño’ que puede ser clave para mejorar el tiempo entre las cobijas.
No todos los organismos son iguales y eso significa que, al momento de dormir, hay quienes tienen problemas para conciliar el sueño. Las recomendaciones básicas que dan los especialistas incluyen acostarse y levantarse al tiempo, para que el cuerpo se ajuste.
Por su parte, Chloe Angus, gerente de bienestar del hogar Cavendish Care, un conjunto residencial de ancianos situado en Inglaterra, le dio a conocer en Daily Mail que una ventana del sueño es “el período de tiempo más óptimo dentro del cual una persona debe quedarse dormida”.
Así las cosas, la experta detalla que si alguien aprende a conciliar el sueño con dicha ventana, la probabilidad de tener un mejor descanso es alta. Sin embargo, hay acciones como el consumo de alcohol o cigarrillo que pueden truncar el proceso.
De este modo, “sugerimos que una buena idea es comenzar a experimentar entre las 9:30 p. m. y las 11:30 p. m., ya que la ventana de sueño óptima de la mayoría de las personas cae dentro de este tiempo”, según Angus.
Asimismo, se puede seguir la siguiente serie de consejos para identificar el momento más adecuado para ir a dormir:
Las ocho horas como punto de referencia
El citado medio británico indica que la recomendación estándar de sueño es de ocho horas; además, esto puede servir como un punto de referencia. Por ejemplo, si la persona necesita despertar a las 6:00 a. m., debe dormir a las 10:00 p.m. y “luego ajustarse en consecuencia”.
Después de llevar a cabo el ajuste, la persona tiene la capacidad de conocer si necesita más horas de sueño o puede sobrevivir con menos.
Consumo de cafeína y refrigerios nocturnos
De acuerdo con la gerente de bienestar del sitio que se dedica a brindar un estilo de vida comunitario bien equilibrado para adultos con discapacidades intelectuales y del desarrollo, “idealmente, debes evitar las bebidas con cafeína como el té, el café y las bebidas energéticas a partir del mediodía, y terminar de comer por completo al menos dos o tres horas antes de que quieras quedarte dormido”.
No ver dispositivos
Para determinar la ventana del sueño, la persona debe trazarse un límite que le permita evitar mirar dispositivos electrónicos a altas horas de la noche. Esto porque la luz de los aparatos “sobreestimula la mente”; además, hay que saber elegir un contenido de consumo digital que no cambie el patrón de sueño, por lo que no se recomienda ver correos o mensajes laborales.
En la misma línea, se aconseja poner el teléfono en la opción de no molestar, usar filtros nocturnos y evitar el contenido atractivo y estimulante de TV o películas.