Los alimentos juegan un papel determinante en la salud del organismo, debido a los nutrientes que poseen y a que ayudan a mantener sus funciones en el mejor estado posible.

De igual manera, una dieta adecuada contribuye a que el cerebro conserve su juventud y energía, y a que registre un mejor desempeño de los procesos cognitivos como el razonamiento, la memoria y el aprendizaje. Una alimentación indicada también ayuda a mantener alejadas enfermedades cerebrales como las neurodegenerativas y a estabilizar el estado de ánimo, indica el portal Psicólogos, de España.

Existen alimentos que pueden resultar especialmente dañinos para el cerebro.

Tal es el caso de los alimentos procesados, que de acuerdo con el portal Mundo Deportivo, comidas como el pan, las galletas saladas y dulces, algunos tipos de queso, los helados, los dulces, los snacks, los refrescos y perros calientes pueden traer graves consecuencias para la salud.

En ese sentido, se mencionó un estudio publicado recientemente en la revista Neurology, el cual evidenció que las comidas ultraprocesadas también pueden causar una reducción significativa en la función cerebral.

La investigación, que además se presentó en la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer en San Diego, en Estados Unidos, dice que otros productos como las bebidas azucaradas o las comidas congeladas incrementan el riesgo de padecer deterioro cognitivo.

Los productos clasificados como ultraprocesados son aquellos que se elaboran por medio de fórmulas industriales de ingredientes que se someten a métodos físicos, químicos y biológicos para su producción, según un artículo de la Universidad Javeriana.

De igual manera, estos son otros productos que pueden generar graves afectaciones al cerebro:

1. Fructosa. La fructosa es el principal azúcar que se encuentra de forma natural en la miel y la fruta. Sin embargo, existen otras fuentes que no son tan saludables como el azúcar de mesa. La fructosa tiene un Índice Glucémico (IG) más alto que la glucosa, lo que provoca hiperglucemia. Un estudio publicado en The Journal of Physiology encontró que la fructosa tiene un efecto negativo en el cerebro, pues afecta el funcionamiento de las células del encéfalo y cómo estas almacenan la energía necesaria para procesar tanto el aprendizaje como los pensamientos.

2. Los alimentos salados. Los alimentos salados pueden generar hipertensión. Según el portal Psicología y Mente, una investigación publicada en la revista Neurobiology, indica que la sal afecta la inteligencia y perjudica la capacidad para pensar.

3. Edulcorantes artificiales. “Muchas personas sustituyen el azúcar de mesa por otros edulcorantes para tomar el café, pensando que son productos saludables. Lo cierto es que su consumo prolongado puede ser igual de negativo que el producto que pretenden sustituir, pues los edulcorantes pueden provocar daños cerebrales y problemas con la capacidad cognitiva”, precisa Psicología y Mente.

4. Frituras. Los expertos aseguran que los alimentos fritos no deben ser parte de la dieta diaria, pues además de ser productos con gran contenido en grasa, provocan que el colesterol afecte a las arterias. A largo plazo, los alimentos fritos destruyen la neuronas y deterioran la capacidad para aprender y memorizar.

5. Pescado con mucho mercurio: Aunque comer pescado es recomendable, la ingesta excesiva de pescado rico en mercurio podría resultar nocivo para el cerebro.

6. Azúcar añadido: El exceso de azúcar está asociado a problemas serios para la salud, por ejemplo, inhibe el sistema inmunológico, debilita la vista o contribuye a la obesidad y su uso prolongado puede generar afectaciones en el cerebro generando problemas neurológicos y dificultades de aprendizaje y memoria, según lo concluye un estudio de la revista Journal of the American Medical Association (JAMA).

7. Comida chatarra: Según el portal Psicología y Mente, las investigaciones han demostrado que su consumo prolongado afecta el cerebro y causa cambios químicos en este, con síntomas similares a la abstinencia, y llegando a provocar ansiedad y depresión. Estos alimentos, según los expertos, tienen un efecto en el área del refuerzo y, por tanto, en producción de dopamina, que es el neurotransmisor que participa activamente en la capacidad de aprendizaje, la motivación o la memoria.

8. Alcohol: El alcohol es conocido como un alimento que no aporta nutrientes, pero sí calorías extra al cuerpo. Los daños del consumo excesivo de alcohol son muy conocidos, pero investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la Universidad de Nottingham (Reino Unido), identificaron daños cerebrales, pues provoca alteraciones en la zona prefrontal del cerebro, una región que controla las funciones ejecutivas tales como la planificación y el diseño de estrategias, la memoria de trabajo, la atención selectiva o el control de la conducta.

9. Cafeína: Tomarse un café no es malo, pero no se debe abusar de este alimento. La Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos afirma que 600 miligramos de cafeína al día pueden provocar dolores de cabeza, elevar la ansiedad y provocar distintos trastornos del sueño. El exceso de cafeína puede causar efectos como la confusión.