La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer es una de las enfermedades que más personas muertas deja cada año. Entre los cánceres más comunes se encuentran el de mama, pulmón, próstata y colon.

Este es uno de los cánceres más comunes en todo el mundo. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Este último es un cáncer que se produce en el intestino grueso y, por lo general, suele afectar a los adultos mayores, pero puede ocurrir a cualquier edad. “Por lo general, comienza como grupos pequeños y no cancerosos (benignos) de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon. Con el tiempo, algunos de estos pólipos pueden convertirse en cáncer de colon”, explica el portal de salud Mayo Clinic.

La organización señala que estos pólipos pueden ser pequeños y generar pocos síntomas o ninguno, por lo que es recomendable realizar con regularidad pruebas para ayudar a la identificación y extirpación de los pólipos antes de que se conviertan en cáncer.

Entre algunos de los síntomas se encuentran el cambio persistente en los hábitos intestinales, incluidos diarrea o estreñimiento, o un cambio en un cambio en la consistencia de las heces; sangrado rectal, molestia abdominal persistente, fatiga y pérdida de peso sin una causa aparente.

“Muchas personas con cáncer de colon no experimentan síntomas en las primeras etapas de la enfermedad. Cuando aparecen los síntomas, es probable que varíen, según el tamaño del cáncer y de su ubicación en el intestino grueso”, indica Mayo Clinic.

Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de cáncer de colon, uno de ellos es la alimentación. Mayo Clinic explica que una dieta baja en contenido de fibra y alta en contenido de grasas, así como la obesidad, son factores que pueden llevar a una persona a aumentar su riesgo de padecer esta enfermedad.

El diagnóstico temprano del cáncer de colon y recto abre la posibilidad de tener más opciones de tratamiento, con un mejor pronóstico y una recuperación más rápida. Reconocer síntomas y hacer los exámenes preventivos, podría salvar vidas. | Foto: El País

En ese sentido, un reciente estudio reveló que hay dos alimentos que podrían estar asociados al cáncer de colon y que, por lo general, se encuentra en la dieta de los más jóvenes. La investigación señala que el consumo en exceso de carne roja y azúcar pueden contribuir en este tipo de cáncer.

Suneel Kamath, uno de los autores de la investigación y oncólogo gastrointestinal de la Clínica Cleveland, explicó que para el estudio participaron 170 personas diagnosticadas con cáncer de colon. De ellas, 66 tenían cáncer de inicio joven, es decir, que apareció antes de los 50 años, y el restante cáncer de inicio promedio.

Entre los hallazgos fueron destacados principalmente dos:

  • Se encontraron diferencias significativas en el metabolismo de proteínas y carbohidratos, lo que indica que el consumo de la carne roja y el azúcar podrían estar relacionados con el cáncer de colón, especialmente en personas jóvenes.
  • Las personas menores de 50 años diagnosticadas con este cáncer tenían niveles más bajo de citrato en comparación con los pacientes de mayor edad.

“Estos hallazgos, que son algo preliminares y deben estudiarse más a fondo, sugieren que centrarse en reducir las tasas de obesidad y también reducir el consumo de carnes rojas y azúcar en nuestra dieta podría ayudar a prevenir el cáncer, especialmente el cáncer colorrectal”, dijo el doctor Kamath.

El oncólogo enfatizó que esto no significa que el azúcar incremente el cáncer en aquellas personas que ya lo padece, sino que reducir su consumo en personas sanas podría ayudar a prevenir a que se desarrolle.

Hay ciertos hábitos que ayudarían exponencialmente a reducir el riesgo de contraer cáncer de colon | Foto: Libre de derechos

Cabe recordar que algunos de los hábitos que están asociados al incremento de padecer este tipo de cáncer están la inactividad física, esto debido a que los hábitos intestinales se deterioran con el sedentarismo; el consumo de ciertos alimentos, fumar y el consumo de alcohol en exceso, por lo que los especialistas explican que lo ideal es que el consumo no sea superior a dos bebidas por día.