Según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, las células son, en el ámbito de la biología, la unidad más pequeña que puede vivir por sí sola. Forma todos los organismos vivos y los tejidos del cuerpo, por lo que su cuidado es esencial.

Dichos organismos hacen parte del proceso de envejecimiento. Por ejemplo, la piel envejece debido a que las células dejan de llevar a cabo su función adecuada, provocando que se genere menos colágeno y que la elasticidad de la dermis se pierda.

“El primer efecto que se produce, como consecuencia, es la falta de producción de colágeno y otras proteínas (elastina y ácido hialurónico) que conforman la estructura principal de la piel”, indica Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid al portal Cuídate Plus.

El envejecimiento celular es inevitable, sin embargo, existen algunos hábitos que pueden acelerar el proceso y, por lo tanto, se generan más imperfecciones en la piel o se siente el pasar de los años con más rapidez en otros órganos del cuerpo.

El portal especializado Mejor con Salud listó algunos de dichos hábitos:

1. Fumar: de acuerdo con Taylor Hays, M.D., experto de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, fumar es un factor que puede incrementar el proceso de envejecimiento natural de la piel, contribuyendo a la formación de las famosas “patas de gallo”, líneas de expresión y un tono de piel grisáceo.

2. No tener cuidados cutáneos: es necesario tener cuidados diarios en la piel para que se mantenga en buenas condiciones. Es necesario humectarla, brindarle la nutrición correcta y realizar procesos de limpieza, así no se haya aplicado maquillaje.

3. Ingerir cafeína: estos productos, si se consumen de manera desmedida, provocarán deshidratación a la piel y falta de luminosidad; por lo general, la cafeína afecta el sueño y, si no se duermen las horas suficientes, las células de la piel no se regenerarán de manera adecuada.

4. Comer mal: “los alimentos procesados, los alimentos con alto contenido de azúcar, sodio y grasas trans causan estragos en su salud y en su piel. Comer mal degrada la elastina y el colágeno, las proteínas que mantienen la piel suave y joven”, advierte el Centro de Medicina Estética Carmen Sarmiento en su portal web.

5. Dormir mal: los expertos explican que dormir poco hace que nuestro organismo envejezca antes desde el punto de vista estético, ya que el sueño ejerce importantes funciones sobre la reparación y la hidratación de la piel. Además, se genera bolsas en los ojos, flacidez y arrugas prematuras.

6. Exponerse al sol sin protección: es importante tener conciencia de la importancia de proteger la piel con cremas con una fotoprotección adecuada de amplio espectro, puesto que la radiación ultravioleta es responsable de las quemaduras solares, la aparición de manchas, el envejecimiento prematuro de la piel y, como resultado, la formación de líneas de expresión y arrugas.

7. Consumir poca agua: beber agua ayuda a eliminar toxinas y mantener sana la piel. El agua ingerida mantiene la piel hidratada y actúa como un humectante de adentro hacia afuera. Por lo general, la mayoría de los hombres necesita aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve.

8. Ingerir bebidas alcohólicas: beber alcohol de manera frecuente o desmedida puede ocasionar daños en el hígado, órgano fundamental para la eliminación de las toxinas que si se acumulan pueden dar origen al acné, a las manchas en la piel y a las arrugas.