El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo humano, pues es el encargado de purificar la sangre, convertir los alimentos en energía, eliminar toxinas y ayudar a descomponer las grasas.
Según explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, investigación y la educación, el hígado “es del tamaño de una pelota de fútbol americano y se ubica principalmente en la parte superior derecha del abdomen, debajo del diafragma y encima del estómago”.
El término médico para el hígado inflamado es “hepatomegalia”. Uno de los síntomas más comunes suele ser el dolor abdominal y el color amarillento en la piel y en la parte blanca de ojos. Si se presentan algunos de estos malestar lo mejor es ir a un centro médico e iniciar un tratamiento adecuado.
La alimentación es uno de los elementos más importantes para la salud del hígado. Si no se lleva una dieta balanceada aumenta el riesgo de padecer inflamación del hígado, cirrosis o enfermedades hepáticas. De acuerdo con Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, existen diferentes causas por las que se puede producir una inflamación del hígado. Dentro de ellas está el consumo en exceso de alcohol, hepatitis A, hepatitis B y hepatitis C.
Existen algunos alimentos que se deben evitar o moderar su consumo para disminuir el riesgo de que se desarrolle una hepatomegalia. El portal especializado Mejor con Salud señala algunos productos que, por el bien del hígado, se debe disminuir su ingesta.
- Azúcar: además de ayudar al bienestar del hígado, también disminuye el riesgo de padecer un tipo de diabetes. Los expertos recomiendan reducir el consumo de bebidas azucaradas, azúcar refinada y todo tipo de dulces o caramelos.
- Sal: el consumo en exceso de sal puede aumentar la presión arterial, al mismo tiempo que se puede tener un hígado graso. También se debe tener en cuenta la cantidad de sodio que poseen los productos.
- Condimentos: sazonas las comidas es lo más común al momento de cocinar; sin embargo, se debe tener en cuenta que deben ser mínimas las cantidades que se agregan de las especias.
- Alcohol: las bebidas alcohólicas disminuyen la eficacia del desarrollo de las funciones del hígado. Su consumo en exceso puede causar la destrucción de las células hepáticas y desarrollar una hepatitis o cirrosis.
- Harinas refinadas: cuando se consume una cantidad alta de carbohidratos se evita que las grasas sean utilizadas como energía. Si estas grasas no son quemadas, se almacenan en el hígado. Esto desarrolla obesidad o sobrepeso.
- Grasas saturadas: se deben reducir el consumo de carnes grasas, mayonesa, embutidos y mantequilla, debido a que estos alimentos tienen muchas calorías e incrementan los niveles de triglicéridos en el torrente sanguíneo.
El portal también destaca una recomendación muy importante para las personas que toman pastillas para alguna afección médica. Los medicamentos se deben tomar de manera correcta y según las indicaciones del doctor. En algunos casos, los pacientes no siguen la receta médica y esto puede tener efectos secundarios, especialmente, cuando se mezclan con alcohol. Estas malas prácticas pueden causar un daño hepático.
Mayo Clinic también menciona algunos consejos para llevar una vida saludable y disminuir el riesgo de padecer una enfermedad hepática:
- No fumar: aunque es uno de los hábitos más difíciles de abandonar, es posible. Se debe recurrir a diferentes alternativas para conseguirlo. Fumar tiene muchos efectos negativos en el cuerpo humano. En diferentes órganos como el hígado y la piel.
- Tener un peso saludable: más allá de cumplir una expectativa sobre la apariencia física, las personas deben enfocarse en tener un peso que sea acorde para ellos. El sobrepeso o la obesidad puede provocar grandes complicaciones en su salud.
- Cuidado con los suplementos: algunos suplementos a base de hierbas pueden ser riesgosos para la salud. Para evitar esto, es mejor consultar un médico antes de consumirlo.