Hay distintos factores externos que pueden deteriorar el cabello, tales como la luz solar –rayos ultravioleta–, la contaminación, el humo de cigarrillo, el estrés, ciertos cambios en el organismo, entre otros. Esto sin dejar de lado la coloración, el tinte, la decoloración excesiva y las altas temperaturas que debe soportar con el uso del secador, la plancha o el rizador.
Tinturarse el cabello es una práctica muy común entre la sociedad, mientras que algunos optan por esta alternativa para cubrir las canas, otros lo hacen por tener un cambio de apariencia, muchas veces influenciados por la moda del momento.
“A partir de cierta edad, 9 de cada 10 mujeres se tiñen el pelo. Entre los hombres el porcentaje es menor pero es cada vez más creciente, no ya solo en hombres con pelo cano sino también en jóvenes por motivos de estilismo”, explica el Instituto del Pelo Vila-Rovira de España.
Agrega que, si bien consideran a grandes rasgos que esta práctica ocasional “no es dañina por sí misma, sí que un uso incorrecto o abusivo de los tintes puede tener consecuencias que deriven en problemas capilares”.
En palabras del Instituto, hay tres tipos de coloración, los cuales dependen de la duración de los resultados: temporal, semi-permanente y permanente, descritas a continuación:
- Semi-permanente: No contiene peróxido ni amoníaco o lo incluye en cantidades muy bajas y penetra en la zona superficial del tallo capilar y altera su estructura de forma leve.
- Permanente: Contiene un agente oxidante ya sea amoníaco o un sustituto que penetra en el interior de la fibra capilar y retira el pigmento natural del cabello que es la melanina y permite que el color se fije de forma definitiva.
El color del tinte puede variar según el gusto de la personas, así como también puede ser elegido según el tono de piel. De hecho, hay algunos colores que pueden ayudar a resaltar los rasgos físicos de las personas, atendiendo justamente a su tez. En el caso de las personas con tez blanca, los colores que más se pueden ajustar son el rubio oscuro, el rojo y el castaño claro, explica el portal de nutrición, bienestar y estilo de vida, UnComo.
Los rubios oscuros o con mechas pueden darle un toque de luz al cabello y calidez al look, mientras que los tonos rojos suelen lucir más naturales en las pieles blancas. UnComo añade que los tonos cobrizos o anaranjados pueden darle un toque cálido y elegante, entre tanto, un tono rojo oscuro puede hacer que la apariencia se vea más agresiva o se endurezcan las facciones. Los castaños claros o los castaños medios ayudan a contrarrestar la frialdad de la tez “aportándole un extra de calidez”, explica el portal.
Por último, advierte que el color negro no es la mejor opción para las personas que tienen la tez blanca, pues el contraste con el color blanco de la piel hará que se endurezcan las facciones y le restará luminosidad.
Prueba alérgica
El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) de Colombia destaca que sin importar que en anteriores ocasiones el tinte para el cabello no haya presentado ninguna reacción alérgica, conviene realizar una prueba de alergia siempre, pues en cualquier momento puede o no llegarse a producir.
En palabras del Invima, así se puede realizar una prueba alérgica antes de aplicar el tinte para el cabello:
- Se realiza la prueba con una pequeña muestra de producto, frotando el tinte en la parte interna del codo o detrás de la oreja.
- Es de recordar que se deben mantener los componentes de la mezcla en su envase original, cerrar muy bien la tapa y usarlos si no se presentó una reacción adversa.
“Si has experimentado alguna reacción adversa, detén el uso y consulta con tu médico o dermatólogo. Se recomienda ponerse en contacto con el fabricante del tinte y comentar tu experiencia; ellos poseen mayor información que orientará tu caso”, concluye la entidad.