De acuerdo con la Clínica Mayo, los cálculos renales “son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones”.
Generalmente, no hay síntomas, pero cuando estas piedras pasan por los uréteres y se atascan allí, impiden el paso de la orina provocando hinchazón, y por ende, dolores en la zona que se suelen ubicar en la parte baja del abdomen, en la ingle, o la espalda, por ejemplo.
Otro tipo de síntomas, según el centro médico, que se podrían presentar son cambios en el color de la orina, náuseas, vómitos y fiebre, teniendo en cuenta que hay una necesidad constante de orinar.
“El dolor causado por un cálculo renal puede cambiar (…) a medida que se desplaza a través de las vías urinarias”, indica el centro médico a través de su servicio en línea.
Según precisa, los factores de riesgo más relevantes para su desarrollo son antecedentes familiares, obesidad y sobrepeso junto con enfermedades digestivas. No obstante, algunos errores pueden incitar la aparición de estas piedras.
Errores que se comenten y provocan cálculos renales
Muchas son las posibles causas que pueden guardar relación con los cálculos renales, más, sin embargo, los siguientes tres errores comunes también los provocan:
1. No consumir suficiente agua
La enciclopedia médica a través de su servicio en línea explica que la deshidratación “ocurre cuando el cuerpo no tiene tanta agua y líquidos como es necesario”.
Dentro de las causas posibles de deshidratación se encuentran: la fiebre, el vómito y la sudoración excesiva. Generalmente, los síntomas asociados son boca seca, micción frecuente, piel seca, dolor de cabeza, y calambres musculares.
En este caso, Vida Lúcida manifiesta que es un error común no beber suficiente agua porque la orina, como no se evacua, se concentra y es allí donde se pueden formar estas piedras renales. Por lo cual se sugiere consumir la cantidad de agua que el cuerpo necesita, según la edad.
2. Consumo excesivo de sal
Si bien el sodio es un mineral que el cuerpo necesita para funcionar correctamente. Es importante moderar su ingesta porque no solo eleva los niveles de presión arterial, sino también provoca el desarrollo de cálculos renales.
Lo anterior lo confirma la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que también considera que la sal en grandes dosis tiene incidencia en la apreciación de diferentes enfermedades.
“Una cantidad excesiva de sal en la dieta causa aproximadamente el 10 % de las enfermedades cardiovasculares y se le ha vinculado con el cáncer de estómago, empeoramiento de asma, osteoporosis (huesos debilitados), cálculos renales y obesidad, ya que los alimentos salados causan sed, la que se quita consumiendo bebidas con un alto contenido de azúcar”, indica la OPS en su informe oficial.
3. Consumo excesivo de calcio
El calcio es un mineral que se encuentra en varias partes del cuerpo, como en los huesos y los dientes. La forma más fácil de obtenerlo es a través de la alimentación, pero un consumo excesivo puede provocar cálculos de oxalato de calcio.
La clínica explica que muchas frutas y verduras lo contienen, teniendo en cuenta que el hígado lo produce a diario. “Los cálculos de calcio también se pueden producir en forma de fosfato de calcio”, añaden.