Los remedios caseros pueden resultar una buena opción para muchas personas cuando desean solucionar algún problema de la piel, el cabello o la salud en general.
Afecciones como dolores de estómago, de cabeza, mala digestión e incluso dolores de muela son tratados con muchos de los productos que se tienen en la casa. Sin embargo, no todos son seguros, algunos pueden generar más conflictos que soluciones.
El portal Mejor con Salud asegura que “en líneas generales los remedios caseros no deben ser un tratamiento de primera elección para las enfermedades. Si bien es cierto que algunos son inofensivos y pueden ayudar a calmar ciertos síntomas, otros son peligrosos porque en realidad no funcionan y generan efectos adversos”.
Con esta premisa clara, sea el remedio que sea, ante un problema de salud lo mejor siempre es consultar al médico quien, dependiendo de los síntomas, podrá indicar el tratamiento más efectivo y, de paso, determinará si el complemento natural que la persona desea utilizar es seguro.
Estos son algunos de los remedios que podrían resultar perjudiciales para la salud.
Mantequilla para las quemaduras
La aplicación de aceite o mantequilla para calmar las quemaduras es uno de los remedios caseros más peligrosos. Ambos ingredientes ralentizan el enfriamiento de la piel y pueden favorecer el surgimiento de bacterias.
Información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica que cuando se presenta una quemadura lo más conveniente es aplicar agua fría, no hielo, ya que el frío extremo también tiende a dañar más el tejido. Si la quemadura fue causada por algún químico, es mejor mantener la piel quemada bajo el agua durante 10 o 15 minutos.
Mejor con Salud indica que otra alternativa es colocar un paño húmedo y limpio sobre la quemadura. Sin embargo, si la lesión es grave, lo más recomendable es acudir al médico.
Pasta dental para el acné
Con frecuencia se escucha decir que las personas utilizan la crema de dientes para secar los granos en la cara. Si bien puede que se logre el objetivo, este producto también quema la piel, lo que puede terminar en una problemática mayor.
Un artículo publicado en el diario Huffingtonpost, asegura que este producto tiene ciertos ingredientes, como el bicarbonato de sodio, el peróxido de hidrógeno, el alcohol, el mentol y aceites esenciales, entre otros, que hacen que las espinillas se sequen; pero indica que no hay que olvidar que es un producto formulado para los dientes y no para la piel. La pasta de dientes puede causar enrojecimiento y descamación.
Queroseno o gasolina contra los piojos
La aplicación de estas sustancias es tradicional en algunas culturas y desde hace cientos de años lo han utilizado para combatir los piojos. Sin embargo, estos productos son ineficaces y potencialmente tóxicos. Especialistas del instituto de investigaciones clínicas Mayo Clinic, indican que el uso de la gasolina o el queroseno puede provocar quemaduras graves.
La recomendación es utilizar medicamentos de venta libre o recetado. Además, conviene pasar un peine fino por el cabello para quitar los huevos.
Quitar verrugas con tijeras
Este procedimiento puede ocasionar una infección en la piel. Lo mejor es recurrir a un especialista o usar remedios caseros que sí son seguros, asegura el portal Panoramaweb.
Plata coloidal para el sistema inmune
Los suplementos de plata coloidal se popularizaron por sus supuestos efectos para estimular las funciones del sistema inmunológico, combatir procesos infecciosos y tratar el cáncer. Sin embargo, según los expertos no hay evidencias que respalden estas afirmaciones.
Por el contrario, se ha determinado que su consumo oral genera la acumulación de partículas de esta sustancia en el cuerpo. Con el tiempo, esto provoca una decoloración azulada en la piel y otros órganos (argiria). En casos raros y graves, sus dosis altas pueden ocasionar convulsiones y daños en algunos órganos, asegura Mejor con Salud.
Lo mejor para estimular el sistema inmunológico y subir las defensas es mejorar el estilo de vida y la alimentación. Esto, en general, ayuda a la prevención y la recuperación de las enfermedades infecciosas y crónicas.