Marilyn Monroe, John F. Kennedy, Lady Di y Amy Winehouse. Todos murieron de forma trágica y todos tenían ojos sanpaku, una condición ocular que según el filósofo japonés George Ohsawa permite identificar cierto desequilibrio emocional o psicológico que, a su vez, podría desembocar en enfermedades o accidentes fatales.
Una persona con ojos sanpaku se caracteriza por tener visible el espacio blanco (la esclerótica) por debajo o encima del iris. Mientras casi todas las personas solo presentan dos blancos alrededor del iris, un grupo más reducido posee un tercer vacío en la parte superior o inferior del ojo.
Ohsawa sostiene en su libro You are all Sanpaku (Son todos Sanpaku) de 1965 que está peculiaridad define el destino de las personas.
“El sanpaku significa que todo el sistema de una persona, físico, fisiológico y espiritual está desequilibrado. Es una señal de la naturaleza sobre que la vida de uno está amenazada por un final prematuro y trágico”, aseguró el filósofo japonés, quien añadió que “los sanpakus pierden contacto con su cuerpo. La sintomatología puede reconocerse en cansancio crónico, mal humor, insomnio y libido reducida”.
En agosto de 1963, George Ohsawa fue entrevistado por el New York Herald Tribune. En la conversación, Ohsawa anticipó que el presidente John Fitzgerald Kennedy sufriría un trágico fallecimiento. La premonición se cumplió. En noviembre del mismo año el entonces jefe de Estado estadounidense fue asesinado. Dichas declaraciones le dieron legitimidad a las teorías de Ohsawa y lo ubicaron -en aquellos tiempos- como un famoso gurú.
En la línea de relatos que Ohsawa enlazaba, y para la tranquilidad de muchos creyentes, el filósofo aseveró que esa condición era corregible por medio de la llamada macrobiótica, un régimen alimenticio basado en el consumo de determinados productos vegetales no manipulados industrialmente.
“La macrobiótica puede hacer una corrección a la condición y crear un estado permanente de bienestar”, decía Ohsawa mientras en la tribuna de la ciencia aparecían detractores.
Contradictores de los ojos sanpaku
Los expertos, por su parte, aseguraron que lo manifestado por el ‘sabio’ japonés no era del todo exacto y explicaron que cuando una persona envejece o se enferma, el iris se eleva y la parte inferior del ojo se vuelve más evidente. Por lo tanto, el ojo sanpaku no sería un indicador de descontrol psicológico o físico y mucho menos anticiparía la muerte.
En tanto, El País de España agregó que “esta particularidad no es más que una retracción palpebral que hace que uno de los dos párpados esté más abierto de lo normal. Eso puede suceder por cuestiones anatómicas, como tener huesos malares demasiado pequeños u órbitas demasiado grandes, o por ciertas patologías”.
Realidad o mito, la leyenda -o maldición- de los ojos sanpaku ha tomado de nuevo relevancia en las páginas de los medios de comunicación que vinculan a nuevas estrellas como Billie Eilish o Robert Pattinson con esta característica.