Sensibilidad a la luz, ardor en los ojos, visión borrosa o fatiga ocular, son algunos de los síntomas más comunes de la sequedad ocular; un trastorno que ocurre cuando no hay suficiente lágrima o esta es de poca calidad. Al no tratarse puede llegar a producir abrasiones en la córnea.
Esta alteración, también conocida como ojo seco, puede aparecer por varias causas y provocar distintas molestias dependiendo del entorno en el que se encuentre. En Estado Unidos, alrededor del 6,8 % de los adultos experimentan la afección de ojos secos, causando ardor, picazón e irritación en los ojos.
Varios nutricionistas aseguran que la alimentación es una instancia clave par evitar esta afección, dado que los alimentos tienen un efecto directo sobre la composición de la lágrima e inciden en calidad de la secreción de la película grasa. Si esa capa de lípidos no está bien formada e hidratada, la lágrima se evapora rápidamente, produciendo el mal del ojo seco. De ahí la importancia de incorporar alimentos que contribuyan con la formación correcta de dicha película.
Alimentos ricos en omega 3
El consumo de este tipo de ácido graso es fundamental para el tratamiento de la sequedad ocular. No solamente es eficiente para el control del colesterol en el cuerpo, también es esencial en la renovación celular y tiene componentes antiinflamatorios. Algunos de ellos son:
- Pescado (especialmente los de agua fría): salmón, atún, caballa, sardinas y arenque.
- Frutos secos: nueces, maní.
- Semillas: chía, lino.
- Aceite de oliva.
- Palta o cacahuate.
- Vegetales de hojas verde oscuro: espinaca, rúcula.
Vitaminas esenciales
Las mejores vitaminas para los ojos son las vitaminas C, E y B, las cuales son esenciales para optimizar los efectos del omega 3. Estos poderosos antioxidantes favorecen a la conjuntiva, porque inciden positivamente en el cristalino y ayudan a prevenir las cataratas. Estas vitaminas que encuentran en distintos alimentos como:
- Vitamina C: cítricos (naranja, limón, pomelo, etc.), kiwi, frutos rojos, brócoli, col rizada, mostaza, pimientos rojos dulces.
- Vitamina E: aceites vegetales (maíz, girasol), frutos secos (nueces, almendras, avellanas), semillas de girasol y hortalizas de hojas verdes (espinacas, rúculas).
- Vitamina B: legumbres (garbanzos, lentejas, soja, porotos), yema de huevo, hígado, semillas de girasol y calabaza, maní y nueces.
Tratamientos para los ojos secos
Lágrimas artificiales: consiste en la aplicación de lágrimas artificiales, una solución salina isotónica o hipotónica sin conservantes, para ayudar a mantener la humedad y alargar la permanencia de lágrima artificial sobre la superficie ocular, además de prevenir cualquier contaminación, así como prevenir irritaciones oculares. Ahora bien, si la afección no ha llegado al punto de consultar a un médico especialista, puede tratarlos desde casa utilizando compresas tibias sobre los ojos y después darse un pequeño masaje en los parpados.
Sondaje de las glándulas de Meibomio: se trata de un procedimiento quirúrgico no invasivo que tiene como objetivo abrir el conducto de salida de las glándulas de Meibomio, extraer el contenido graso de su interior y aplicar un antibiótico para normalizar la flora microbiana. Es importante resaltar que este es un tratamiento totalmente indoloro.
Exfoliación del borde libre de los párpados y drenaje glandular: esta técnica es menos invasiva que la anterior. Consiste en eliminar la membrana que tapona las glándulas de Meibomio mediante una exfoliación, en la que se realiza un masaje para vaciar el contenido de estas glándulas aplicando frío y antioxidantes. Esto ayuda a reducir la inflamación de los párpados y mejora el drenaje linfático.
Ciclosporina tópica: en los casos más complejos se utilizan colirios con factores de crecimiento obtenidos del propio suero del paciente y fármacos inmunosupresores como la ciclosporina A, el cual disminuye la inflamación.