El coronavirus (covid-19) es principalmente una enfermedad respiratoria que causa fiebre, tos y dificultad respiratoria, pero se pueden presentar muchos otros síntomas como, por ejemplo, la pérdida del olfato o el gusto, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.

La pérdida del olfato se presenta durante la primera semana de la enfermedad y un estudio publicado en JAMA Network, reveló que el 89 % de las personas recuperan el olfato en un tiempo máximo de cuatro semanas. Sin embargo, el resto de personas tienen la pérdida durante muchos meses y se le conoce como secuela permanente del coronavirus.

De hecho, el diario del sector sanitario Redacción Médica reveló que hasta el momento se desconoce cuánto tiempo dura la pérdida del olfato. Además, no hay evidencia de algún tratamiento efectivo para la recuperación, pero varios profesionales recomiendan un entrenamiento olfativo.

“El entrenamiento consiste en darle al paciente cuatro fragancias, que están bastante estandarizadas, porque pertenecen a distintas familias de olores (frutales, alcohólicos, ácidos, entre otros), y los va oliendo varias veces al día durante unos minutos durante 12 semanas”, explicó el Dr. Secundino Fernández, especialista del Departamento de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra.

Sobre la misma línea, el portal educativo Consenso Salud señaló que “el ingerir alimentos y suplementos ricos en omega-3, y la aplicación de pomadas de vitamina A vía intranasal son algunas de las medidas prácticas que se pueden tomar para poder recuperar los sentidos del olfato”, ya que, según el portal, el omega-3 ayuda a favorecer la neurogénesis que es la formación de nuevas neuronas y este ácido graso está presente en pescados y otros mariscos; nueces y semillas; aceites de plantas como aceite de la linaza, aceite de soja (soya) y aceite de canola.

Hay que señalar que el pasado jueves 18 de noviembre, la revista médica JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery publicó un estudio de Amish M. Khan y Dorina Kallogjeri, entre otros, pertenecientes a la Universidad de Washington en Estados Unidos, en el que se evidenciaría que más de un millón de personas en ese país no han podido recuperar el sentido del olfato o han tenido alguna alteración, tras seis meses de haber superado la covid-19.

“La pérdida del olfato se ha asociado con una disminución de calidad de vida general, ingesta de alimentos deficiente, incapacidad para detectar gases y humos nocivos, mayor preocupación por la higiene personal, disminución del bienestar social y el inicio de síntomas depresivos”, informó la investigación sobre las consecuencias que trae el padecimiento para los pacientes.

A reglón seguido añadieron que 4,2 % de las personas con disfunción olfativa se diagnostica en personas entre los 40 y 49 años, concentrando una mayoría de 39,4 % en mayores de 80 años. Sin embargo, luego de la pandemia, se encontró que las personas con la disfunción olfativa crónica tendría un aumento relativo entre 5,3 % y 12 %, como consecuencia de la covid-19.

¿Cuáles son los trastornos del olfato?

El Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés) reveló que las personas con trastornos del olfato pueden sufrir una pérdida en la capacidad de oler o cambios en cómo perciben los olores.

  • La hiposmia es una reducción en la capacidad para detectar olores.
  • La anosmia es la total incapacidad para detectar olores. En raras ocasiones, se puede nacer sin el sentido del olfato, lo que se llama anosmia congénita.
  • La parosmia es un cambio en la percepción normal de los olores, por ejemplo, cuando se distorsiona el olor de algo familiar, o cuando algo que normalmente le agradaba de repente se vuelve desagradable.
  • La fantosmia es la sensación de percibir un olor que en realidad no está presente.