En una declaración histórica, la Organización Mundial de la Salud recomendó a los gobiernos del mundo eliminar el cannabis y la resina de cannabis de la Lista IV de la Convención Única sobre Estupefacientes, el tratado internacional que es el fundamento del régimen global de control de narcóticos. El cannabis y la resina de cannabis fueron incluidos en el apartado de estupefacientes peligrosos al momento de la adopción de la Convención Única, en 1961. Pero ahora estaría en el camino de salir de esta lista después de que se encontraran evidencias de que esta sustancia tiene propiedades terapéuticas para algunas enfermedades. Le puede interesar: Cannabis medicinal: Colombia se vuelve potencia La recomendación fue hecha por Tedros Adhanom, director general de la OMS, que envió una carta al secretario general de la ONU, António Guterres, sugiriendo que el Cannabis sea catalogada como una droga menos severa. Esta petición se someterá a votación durante el 62º período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) que se reunirá en Viena, Austria, en el mes de marzo. La petición se basó en un informe que es el resultado de una reunión de la ECDD (El Comité de expertos en drogas de la OMS) entre el 12 y el 16 de noviembre de 2018 y avala el "potencial terapéutico" de los preparados de cannabis para el tratamiento del dolor y otras afecciones médicas como la epilepsia y la espasticidad asociadas con la esclerosis múltiple. Puede leer: El millonario negocio de empresas de Canadá para cultivar y procesar marihuana a gran escala en Colombia El comité también recomendó que el tetrahidrocannabinol (THC), el principal ingrediente psicoactivo del cannabis, se designe como un fármaco de lista I para facilitar su clasificación. Actualmente, el THC es catalogado separadamente en la lista IV de la Convención sobre sustancias psicotrópicas de 1971. La lista IV es la categoría más estricta de la clasificación, lo que significa que el cannabis actualmente se trata con la misma severidad que la heroína, lo que restringe el trabajo de los científicos que desean investigar los posibles efectos terapéuticos de la planta. A su vez, el ECDD propone que los productos elaborados con cannabidiol (compuesto del cannabis), que no contengan más de un 0,2% de THC, deben eliminarse de todas las convenciones internacionales de control de drogas. En su reunión de noviembre de 2017, el Comité de Expertos de la OMS en Farmacodependencia había llegado a laconclusión que "en estado puro, el cannabidiol no parece ser nocivo ni tener riesgo de abuso. Por consiguiente, como no es una sustancia objeto de fiscalización por sí misma, sino únicamente como componente de extractos del cannabis, la información actual no justifica un cambio de esta situación para incluir el cannabidiol entre las sustancias fiscalizadas".