Mantenerse en pie, caminar o levantar un objeto es posible gracias a los huesos, debido a que estos tejidos cumplen con la función de dotar de soporte y movilidad al cuerpo. Es por ello que proteger la salud ósea es gran importancia para conservar el buen estado del organismo.

El hueso, por ejemplo, cumple un rol de escudo para resguardar órganos vitales como el corazón y el cerebro, librándolos del daño que podrían padecer si estuvieran expuestos. Sin embargo, la fuerza de la estructura ósea puede verse reducida a causa de afecciones como la osteoporosis.

Según explican desde el portal Mayo Clinic, esta enfermedad genera una debilidad en los huesos, lo que los hace más propensos a lesionarse, fracturarse o deteriorarse progresivamente. Tanto es así, indica la entidad, que una acción en apariencia inofensiva como toser puede provocar el quiebre de un hueso.

El cuidado de los huesos es uno de los que más atención debería tener. Foto: Getty Images | Foto: Getty Images

Pese a que todas las personas son susceptibles de padecer esta enfermedad, se ha demostrado que las mujeres, especialmente durante el periodo después de la menopausia, tienen más probabilidades de sufrir de esta condición.

Al tratarse de una condición compleja de tratar y diagnosticar en una etapa temprana, los profesionales insisten en la prevención como el principal método para no sufrir las consecuencias del deterioro de la salud ósea. Este proceso, según coinciden varios expertos, debe comenzar desde la edad adulta e implica cambios en los patrones de vida.

Una de las medidas prioritarias a la hora de conservar la buena salud del organismo es ajustar la alimentación diaria, de tal forma que sea balanceada en nutrientes como vitaminas y minerales. Cuando se trata de los huesos, varios son los compuestos vitales y necesarios para mantenerlos en buen estado: la vitamina D, el calcio y otros minerales, esto porque su función es determinante en la formación de la estructura ósea.

De acuerdo con un artículo de investigación publicado en la revista Nutrición Hospitalaria, de la Sociedad Española de Nutrición, dentro del plan de prevención es crucial que las personas obtengan los micronutrientes necesarios para no solo estimular la producción de nuevos huesos, sino también para combatir la pérdida de densidad ósea que característica del envejecimiento y la edad adulta.

Entrando en detalle, la vitamina D es infaltable para el organismo. Este compuesto facilita la formación de los huesos debido a que contribuye en el procesamiento del calcio en el cuerpo. Una cualidad específica de este nutriente es que se puede adquirir por medio de la exposición a la luz solar.

Pero, además, se puede encontrar en alimentos como la leche y algunos de sus derivados, el pescado, el huevo, ciertas clases de hongos y los cereales fortificados. “La deficiencia de esta vitamina puede desencadenar además en debilitamiento de la masa muscular”, añaden desde el artículo en la revista Nutrición Hospitalaria.

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Adicionalmente, el cuerpo requiere de calcio, un componente cuya tarea principal es la de estimular la mineralización del hueso, así como mantener su densidad ósea. Este se puede conseguir sobre todo en los derivados lácteos, en la leche y en las carnes de pescado.

Pero no actúa solo, otros minerales esenciales son el fósforo, que estimula la fortaleza de la estructura ósea; el magnesio, que favorece la contracción muscular y forma el hueso, y el zinc, según exponen algunos expertos, entre ellos el portal Healthline.

Cabe mencionar que realizar chequeos periódicos al estado de los huesos también es fundamental para prevenir el desarrollo de enfermedades que los debiliten, sobre todo cuando se suman factores de riesgo como la edad, el género y las condiciones de salud de base. De ninguna manera este artículo constituye una recomendación médica profesional.