Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, llevó a cabo un estudio en el que se analizaron los “circuitos cerebrales” deteriorados de las personas que fallecieron por causa del coronavirus, un hallazgo similar al evidenciado en pacientes que fallecen por enfermedades neurodegenerativas.
El estudio, publicado en la revista científica Nature el 21 de junio, reveló que los efectos del virus no solo se concentran el el sistema respiratorio, pues los pacientes también pueden sufrir síntomas en el ámbito neurológico, aunque los expertos aclararon que hace falta profundizar sobre los procesos celulares y moleculares en los cerebros afectados.
“Si bien un análisis sistemático no arroja rastros moleculares de SARS-CoV-2 en el cerebro, observamos amplias perturbaciones celulares que predicen que las células de la barrera del plexo coroideo detectan y transmiten la inflamación periférica al cerebro (...)”, señala el artículo en el que participaron más de 20 autores.
En ese sentido, los investigadores plantearon que la inflamación cerebral identificada y los circuitos cerebrales deteriorados son similares a aquellos que presentan las personas que fallecen por enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y párkinson.
“Descubrimos subpoblaciones de astrocitos y microglías asociadas a la enfermedad COVID-19 que comparten características con estados celulares patológicos reportados en la enfermedad neurodegenerativa humana”, agrega el estudio, en el que también se expone que en todos los tipos de células analizadas las perturbaciones generadas por la covid-19 se relacionaron con trastornos cerebrales crónicos y variantes genéticas asociadas con la cognición, la esquizofrenia y la depresión.
En un comunicado, los investigadores también explicaron que se encontraron signos de falla en las neuronas de la corteza cerebral, es decir, en la región del cerebro encargada de la toma de decisiones, la memoria y el razonamiento matemático.
El investigador de la Universidad de Stanford, Tony Wyss-Coray, agregó que los análisis no evidenciaron presencia del virus en el cerebro, pero sí mostraron que “la infección por virus en el resto del cuerpo podría ser suficiente para causar síntomas neurológicos, incluso en personas que no mueren a causa de la enfermedad”.
La confusión mental, la fatiga y otros síntomas neurológicos del coronavirus estarían relacionados con los hallazgos de los investigadores, además de que estos síntomas pueden presentarse incluso semanas o meses después de que la persona haya superado la enfermedad.
Síntomas duraderos del coronavirus
Se estima que entre el 10 % y el 15 % de los pacientes enfermos de covid-19 posteriormente sufren síntomas duraderos que han sido denominadas como “covid largo”.
“Desafortunadamente, a veces la cicatriz nunca desaparece”, asegura Ali Gholamrezanezhad, investigador de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, quien ha utilizado tomografías computarizadas (TC) para estudiar por varios meses los pulmones de los pacientes que han padecido la enfermedad, según recoge Infobae.
Los datos encontrados por el equipo de trabajo de Gholamrezanezhad sugieren que menos del 10 % de los pacientes presentaban muerte de tejido pulmonar. Otra de las consecuencias rastreadas por los expertos tiene que ver con el deterioro del sistema inmunológico.
“Durante mucho tiempo, se ha sugerido que las personas que han sido infectadas con sarampión están inmunosuprimidas durante un período prolongado y son vulnerables a otras infecciones”, afirmó el especialista Daniel Chertow, especializado en estudiar patógenos emergentes en el Centro Clínico de los Institutos Nacionales de Salud en Bethesda.
No obstante, otros estudios han arrojado que el virus también puede generar el efecto contrario, provocando que partes del sistema inmunológico se vuelvan hiperactivas, lo que provoca una inflamación dañina en todo el cuerpo. Finalmente, de acuerdo al reporte realizado por la revista Journal of Clinical Microbiology and Infection, el 50% de los pacientes con covid-19 con síntomas leves o moderados siguen padeciendo los signos.
“Después de seis meses, jóvenes que estaban sanos y se sentían bien antes del coronavirus seguían teniendo síntomas”, dijo la Dra. Sarah Israel, del Centro Médico Universitario Hadassah, que ayudó a redactar el informe.
A los seis meses, el 46 % de los pacientes tenía al menos un síntoma sin resolver, en su mayoría fatiga (22 %), cambios en el olfato y el gusto (15 %) o dificultades respiratorias (8 %).