La circulación es un proceso de vital importancia en todos los seres vivos, esto se debe a que a través de él se transportan todos los nutrientes, oxígeno y hormonas, además de la eliminación de las sustancias de desecho, razón por la cual es esencial tener una buena circulación es vital para la salud en general.

Ahora bien, los problemas circulatorios en las piernas son variados y pueden ir acompañados de síntomas o signos poco visibles como la sensación de pesadez y cansancio hasta lesiones en la piel como las úlceras venosas.

Hoy en día, los problemas circulatorios en las piernas son cada vez más comunes, debido a las posturas prolongadas tanto de pie o sentados durante las jornadas de trabajo, sumado a la falta de actividad física o el sedentarismo. De la misma manera, el sobrepeso u obesidad son otros de los factores que favorecen la mala circulación, ya que esto hace que el retorno venoso sea mucho más difícil y lento.

La mala circulación en las piernas deriva de diversas causas. | Foto: Getty Images

La edad, también es otro factor que desempeña un papel importante en estas patologías en vista de que con el paso de los años, la disminución de actividad física y el engrosamiento de la vena aorta hacen que el bombeo sanguíneo sea mucho más lento.

Por otro lado, el consumo de tabaco o el hábito de fumar, además de provocar cáncer, daña los vasos sanguíneos, lo que a su vez desencadena problemas circulatorios. Adicional a esto, la diabetes y los altos niveles de colesterol son otras de las causas que pueden originar problemas cardíacos y circulatorios.

Problemas circulatorios en las piernas

Entre las patologías más comunes en personas con problemas de circulación en sus extremidades inferiores se encuentran:

  • Linfedema: es una enfermedad en la cual se produce la acumulación del líquido linfático y, por lo tanto, la circulación del sistema linfático se ve afectada, ocasionando que las piernas se hinchen y que en una etapa avanzada pueda presentarse una elefantiasis.
Los problemas circulatorios son cada vez más frecuentes por varias razones como estar mucho tiempo de pie o sentado. | Foto: DKart
  • Trombosis venosa profunda: esta es una patología en la que se forma un trombo en el interior de una vena profunda. Esta afección es de mucho cuidado y requiere de la atención inmediata con el fin de evitar complicaciones en el retorno venoso o, por otra parte, que el trombo se desprenda, se mueva hasta el corazón y posteriormente a los pulmones.
  • Tromboflebitis: este trastorno circulatorio hace referencia a la presencia de un trombo o coágulo de sangre al interior de una vena que a su vez genera un proceso inflamatorio acompañado de hinchazón, dolor, calor y enrojecimiento de la zona afectada.

Ejercicios para mejorar la circulación en las piernas

Levantar y ejercitar las piernas: consiste en colocar las piernas en alto; en esa posición, puede realizar movimientos circulares con los tobillos o de flexión y extensión. Esto se debe hacer de cinco a diez minutos, realizando los ejercicios en dos series de 15 repeticiones.

Al hacer esta actividad física, los expertos señalan que se ayuda al retorno venoso, ya que las venas por sí mismas no son capaces de enviar la sangre en sentido ascendente y necesitan de la contracción muscular. Por ello, se obtendrá un efecto muy positivo si realiza esta posición de elevación.

Caminar en puntillas: al andar en esa posición, se logra estimular la contracción de los gemelos, que, al tiempo, comprimen las venas, facilitando el retorno venoso. Esto se denomina bomba muscular y su activación influye de manera significativa en la circulación de las piernas.

Lo más adecuado es colocarse de pie y ejecutar la acción de ponerse de puntillas 10 veces sin caminar. Igualmente, se puede combinar con el mismo ejercicio ejecutado con los talones, en lugar de usar las puntas de los pies, de modo que se contraen los músculos opuestos.

Los especialistas añaden que “el ejercicio de caminar de puntillas siempre es bueno, pero al realizarlo sobre una superficie blanda o irregular, además, estimularemos la musculatura de la planta del pie lo que va a contribuir a una mayor estabilidad de las fuerzas musculares”, según lo citado por el portal TuCanalDeSalud.es

Pedalear desde el suelo: onsiste en imitar el pedaleo de la bicicleta, para lo cual deberá tumbarse sobre el suelo, o en una superficie dura, levantar las piernas y simular el movimiento de pedaleo que haría subidos en una bicicleta.

Estos ejercicios le ayudarán a reducir los problemas circulatorios en las piernas. | Foto: gettyimages

Se aconseja realizar tres series de 10 a 15 repeticiones de forma enérgica para facilitar el retorno venoso. Es muy importante no hacer movimientos bruscos con la espalda, porque esto podría acabar generando lesiones.

Los expertos sugieren apoyar completamente la espalda en el suelo o colchoneta, al igual que las palmas de las manos, con los brazos estirados a lo largo del cuerpo y solo mover las piernas. Además, es preferible proceder a un movimiento de pedaleo menos amplio y tratando de controlarlo, en lugar de hacerlo rápido y descontrolado.

Masajearse las piernas: antes de irse a dormir, un masaje en las piernas puede aliviar la sensación de pesadez. Los expertos recomiendan empezar de abajo a arriba a lo largo de la pierna, rodear la pierna con ambas manos, apretar de manera suave y continua, o intermitente, hasta el muslo y usar geles fríos para lograr una mayor sensación de alivio en la pierna.

Realizar estos masajes todos los días antes de acostarse a dormir, ayuda a aliviar el cansancio que se ha acumulado a lo largo de la jornada.

Otras recomendaciones

Los siguientes son consejos realizados por expertos para ayudar a contrarrestar los problemas circulatorios en las piernas:

  • Evitar las fuentes de calor, esto incluye las depilaciones con cera caliente, baños calientes, saunas o las exposiciones prolongadas al sol.
  • Caminar es la actividad física con mayores beneficios para la circulación; además, la práctica deportiva de ciclismo, la danza o la natación pueden ser parte del día a día de quien sufre de estos problemas circulatorios.
  • Evitar a toda costa el uso de ropa muy ajustada, así como el uso de zapatos de tacón alto, ya que dificulta el retorno venoso, de usarlos este debe ser de 3 a 4 centímetros.
  • Reducir el consumo de sal y azúcar.
  • Bañar con agua fría de los pies a las rodillas, realizando un recorrido ascendente, durante 2 o 3 minutos. Según los profesionales, el agua fría consigue una contracción tanto de los capilares como de los músculos, mejorando así, el flujo sanguíneo.