El paladar hendido es una malformación congénita que ocasiona que el paladar no cierre de forma correcta debido a una abertura en los labios. En algunos casos, esta afección puede acompañarse de labio leporino, el cual se caracteriza por una apertura en los labios que puede llegar hasta la nariz, según Tua Saúde.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el paladar se forma entre las semanas 6 y 9 del embarazo, y el paladar hendido se produce cuando el tejido que forma el paladar no se une completamente durante el embarazo. En algunos bebés, tanto la parte de adelante como la parte de atrás del paladar quedan abiertas.

Cuando un bebé tiene paladar hendido, su alimentación se vuelve compleja, a tal punto de generar desnutrición, anemia, neumonía por aspiración e infecciones. Hasta el momento se desconocen las causas de este tipo de hendiduras, pero se cree que esta afección es causada por una combinación de genes y otros factores, como los elementos dentro del ambiente con los que la madre entre en contacto, o lo que coma o beba, o ciertos medicamentos que use durante el embarazo.

Por su parte, los CDC reportaron los hallazgos provenientes de estudios de investigación acerca de algunos factores que aumentan las probabilidades de tener un bebé con una hendidura orofacial, entre ellos señala los siguientes:

  • Tabaquismo: Las mujeres que fuman durante el embarazo tienen mayor probabilidad de tener un bebé con hendiduras orofaciales que las mujeres que no fuman.
  • Diabetes: Con frecuencia, las mujeres con diabetes diagnosticada antes del embarazo tienen más riesgo de tener un hijo con paladar hendido.
  • Medicamentos: Las mujeres que utilizan medicamentos para el tratamiento de la epilepsia, como topiramato o ácido valproico, durante el primer trimestre del embarazo tienen mayor riesgo de tener un bebé con labio hendido.
Esta afección puede ser diagnosticada durante el embarazo mediante una ecografía de rutina. | Foto: Stephen Simpson, Inc.

Tratamiento para el paladar hendido en bebés

Cabe mencionar que esta afección puede ser diagnosticada durante el embarazo mediante una ecografía de rutina, pero también pueden diagnosticarse después de que nazca el bebé. Aunque algunos tipos de paladar hendido, como paladar hendido submucoso y úvula bífida, podrían diagnosticarse años más adelante.

De este modo, el tratamiento al que más se acude para esta afección es una cirugía que se realiza en los primeros meses de vida y se recomienda que se haga dentro de los primeros 12 meses. Esta cirugía es rápida, relativamente sencilla, logra tener buenos resultados y la mayoría de los bebés puede volver a casa uno o dos días después de estar internados en el hospital.

Expertos señalan que, después de la cirugía, se deben tener cuidados específicos, como: cubrir la nariz del bebé con una gasa para calentar un poco el aire que el bebé respira, limpiar la boca del bebé con una gasa o algodón humedecido con suero fisiológico, asistir a una consulta con el dentista antes de los cuatro meses de edad para que evalúe su salud bucal y garantizar que el bebé se alimenta correctamente para evitar que tenga bajo peso o anemia.

Por lo general, muchos niños necesitan procedimientos quirúrgicos adicionales a medida que crezcan. Uno de ellos es la reparación quirúrgica, que puede mejorar la apariencia de la cara del niño y también puede mejorar su respiración, audición y el desarrollo del habla y el lenguaje.

Ahora bien, la Asociación Estadounidense del Paladar Hendido y Craneofacial recomienda los servicios y tratamientos provistos por equipos que se especializan en hendiduras y afecciones craneofaciales. Estos equipos proporcionan un enfoque coordinado para la atención de los niños con hendiduras orofaciales y, por lo general, están formados por médicos y otros proveedores de atención médica con experiencia y conocimiento en distintas especialidades.