La División de Nutrición, Actividad Física, y Obesidad del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud advierte que las investigaciones han demostrado que a medida que las personas aumentan de peso hasta alcanzar los niveles de sobrepeso y obesidad, también aumentan los riesgos de padecer las siguientes afecciones:
- Enfermedad coronaria, diabetes tipo 2, cáncer (de endometrio, de mama y de colon), hipertensión, dislipidemia (por ejemplo, niveles altos de colesterol total o de triglicéridos), accidente cerebrovascular, enfermedad del hígado y de la vesícula, apnea del sueño, problemas respiratorios, artrosis y problemas ginecológicos, como menstruación anómala e infertilidad.
El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) de 25 o más y la obesidad como un IMC de 30 o más, explica la entidad. De esta forma, según la División, la alimentación puede jugar un papel clave en el propósito de bajar de peso y conseguir una vida saludable.
Reseña que un plan de alimentación que ayuda a controlar el peso incluye una diversidad de alimentos saludables. “Agregar una variedad de colores a su plato es como si estuviera comiendo un arcoíris. Las verduras de hoja verde oscura, las naranjas y los tomates -incluso las hierbas frescas- están llenos de vitaminas, fibra y minerales. Agregar pimientos, brócoli o cebollas congelados a guisos y tortillas aumenta el color y los nutrientes”, afirman desde la División.
En ese sentido, las Guías Alimentarias para los Estadounidenses 2020-2025 establecen que un plan de alimentación saludable:
- Resalta la importancia de las frutas, las verduras, los cereales integrales, la leche y los productos lácteos sin grasa o bajos en grasa.
- Incluye una variedad de alimentos con proteínas como mariscos, carnes magras, huevos, legumbres (fríjoles y guisantes), productos de soya, nueces y semillas.
- Se mantiene dentro de las necesidades calóricas diarias.
Los especialistas recalcan que el truco para bajar de peso no está en comer poco sino en comer bien. Por lo anterior, es preciso decir que a pesar de que tienen una mala fama en lo que refiere al aumento de peso, no todos los carbohidratos son malos, así lo afirma Mayo Clinic. Explica que los carbohidratos tienen un sinnúmero de beneficios para la salud, además de ser necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Deja claro que es posible que algunos carbohidratos sean más convenientes para algunos organismos que para otros y ahí recae la importancia sobre conocer acerca de estos compuestos.
El blog El Mimbre, dedicado a la divulgación de alimentación sana y saludable, pan y dulces, explica que hay algunos panes que pueden ayudar a adelgazar; la clave está en saber elegir cuáles consumir. De entrada advierte que si bien el pan blanco es el más consumido a nivel mundial, no es el que contiene mayor valor nutricional. De esta forma, no conviene su consumo si se quiere bajar de peso y mucho menos para las personas que tienen diabetes.
En razón a lo anterior, el blog reseña que las personas que deseen adelgazar deben optar por el pan integral. Esta variedad contiene fibra, vitaminas y minerales que lo convierten en un alimento ideal para consumir a cualquier hora del día. No solo ayuda a bajar de peso sino también a reducir la presión arterial alta y el colesterol, controlar el nivel de azúcar en la sangre y regular el tránsito intestinal.
Sumado a los beneficios en mención, el pan integral contiene una amplia variedad de carbohidratos complejos, nutrientes que el cuerpo convierte en en energía y no los acumula como grasa, a diferencia e los carbohidratos simples.
Otra variedad que conviene consumir para bajar de peso es el pan de multicereales. Este es rico en fibra, vitaminas B1, B2 y B6 y en cereales como la avena, el trigo y la cebada, entre otros.