La parálisis del sueño es una alteración funcional en la que la persona pierde el control de los movimientos y del habla minutos después de conciliar el sueño o al despertar. Mientras esto ocurre, el individuo está consciente de lo que está pasando.
En algunas ocasiones este padecimiento puede estar asociado a otras patologías como la narcolepsia (trastorno crónico del sueño que se caracteriza por una somnolencia extrema durante el día y ataques repentinos de sueño) o al uso de medicamentos. Sin embargo, también puede aparecer como un hecho aislado, indica el Instituto Neurológico Colombiano.
En otras palabras, la persona sufre una parálisis muscular temporal mientras está totalmente consciente y despierta. A veces se presenta junto a algún tipo de alucinación de carácter multisensorial, es decir, vinculada a diferentes sentidos, como la vista o el oído.
Su causa principal es un desajuste en los mecanismos que regulan el ciclo del sueño. En concreto, el vinculado a una fase específica: la denominada sueño REM (del inglés rapid eye movement o movimiento ocular rápido). O sea, hay una desincronización temporal entre la consciencia del sujeto, que está despierto, y el control muscular, atonía típica de la fase de sueño REM.
Aunque, el estrés, la irregularidad en el horario para dormir o las pocas horas de sueño, pueden aumentar la posibilidad de que aparezca este padecimiento en el cual los sentidos y la conciencia de la persona están intactos, pero el cuerpo no responde.
Este trastorno es frecuente en muchas personas, se estima que aproximadamente afecta de forma recurrente hasta a un 8 % de la población, pero un 50 % de los seres humanos han pasado algún episodio alguna vez en su vida.
Según los especialistas, la parálisis del sueño no es algo que pueda poner en riesgo la vida, pero puede causar ansiedad, por ejemplo. Con frecuencia empieza durante la adolescencia y puede hacerse frecuente durante los 20 y 30 años de edad.
¿Cómo evitar la parálisis de sueño?
No existe una manera específica para combatir esta afección. No obstante, sí se puede prevenir su aparición y para lograrlo, se mencionará a continuación algunos consejos que serán útiles, entre ellos está:
- Dormir lo suficiente: el cerebro necesita descansar al menos siete horas. Aunque no es solo esta parte del cuerpo, sino también todos los órganos.
- Evitar el estrés: actualmente, es imposible no estarlo con el ritmo de vida que llevan las personas. Pero sí se puede tratar de reducir poniendo en práctica actividades que más le llamen la atención, siempre y cuando no sean intensas.
También, debe dejar a un lado los dispositivos electrónicos. Al evitarlos, favorecerá la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Realizar ejercicios de relajación: la meditación puede ser una de esas prácticas, pues así ayudará a relajar la mente, poner atención a la respiración y dejar de pensar en cosas innecesarias.
- No dormir boca arriba: la postura al momento de dormir, también influye y puede causar apnea, dificultades respiratorias y parálisis de sueño. Por tal razón, es un bueno comienzo adoptar una postura lateral para conciliar el sueño.
- Mantenga una dieta saludable: los alimentos pesados y más en las noches, pueden causar indigestión, lo que llevará a afectar de inmediato el descanso. De esta forma, se recomienda cenas ligeras que contengan frutas o algunas verduras.