La parálisis de Bell, comúnmente conocida como parálisis facial, es una debilidad repentina en los músculos faciales, donde por lo general una parte de la cara queda con muy poco movimiento, o movimiento casi nulo. “La debilidad hace que la mitad de la cara se vea caída. La sonrisa se dibuja de un solo lado y uno de los ojos no cierra por completo”, explica Mayo Clinic.

De acuerdo con la entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, los signos y síntomas de la parálisis de Bell aparecen de repente y pueden incluir los siguientes: comienzo repentino de debilidad leve a parálisis total de un lado de la cara, que puede ocurrir en cuestión de horas o días; caída de un lado de la cara y dificultad para hacer expresiones faciales, como cerrar un ojo o sonreír; babeo; dolor de mandíbula o dentro o detrás de la oreja del lado afectado; aumento de sensibilidad al sonido en el lado afectado; dolor de cabeza; pérdida del sentido del gusto; y producción excesiva o escasa de lágrimas y saliva. “Con menos frecuencia, la parálisis de Bell puede afectar los nervios de ambos lados de la cara”, precisa.

La parálisis facial puede ocurrir a cualquier edad y, hasta la fecha, no se sabe con certeza cuál es la causa exacta que la provoca. | Foto: (c) Copyright 2019, dpa (www.dpa.de). Alle Rechte vorbehalten

La parálisis facial puede ocurrir a cualquier edad y, hasta la fecha, no se sabe con certeza cuál es la causa exacta que la provoca, aunque Mayo Clinic afirma que a menudo está relacionada con una infección viral. En ese sentido, los virus que se han vinculado a la parálisis de Bell incluyen los que causan: herpes labial y herpes genital (herpes simple); varicela y culebrilla (herpes zóster); mononucleosis infecciosa (Epstein-Barr); infecciones por citomegalovirus; enfermedades respiratorias (adenovirus); sarampión alemán (rubéola); paperas; gripe (influenza B); enfermedad de manos, pies y boca (coxsackievirus).

“El nervio que controla los músculos faciales atraviesa un conducto angosto de hueso hasta llegar a la cara. En la parálisis de Bell, ese nervio se inflama e hincha, normalmente relacionado con una infección viral. Además de los músculos faciales, el nervio influye en el lagrimeo, la salivación y el sentido del gusto, y afecta a un pequeño hueso que se encuentra en el medio del oído”, describe la entidad sin ánimo de lucro.

En la mayoría de los casos, la parálisis facial es temporal y los síntomas empiezan a mejorar al cabo de unas semanas, logrando la recuperación completa en unos seis meses. Pese a lo anterior, Mayo Clinic señala que existe una pequeña cantidad de personas que continúan teniendo los síntomas de la parálisis de Bell de por vida, y aclara que es poco frecuente que esta parálisis vuelva a presentarse.

La fisioterapia ayuda a acelerar la recuperación de la persona que sufre de parálisis de Bell.

El tratamiento de esta afección varía según el paciente, mientras algunos médicos pueden sugerir el consumo de algunos medicamentos como corticosteroides o antivirales, otros pueden inclinarse por la fisioterapia para ayudar a acelerar la recuperación de la persona. La cirugía rara vez es la solución para tratar la parálisis de Bell.

Entre tanto, estos son los tratamientos y cuidados que, según Mayo Clinic, deben tener los pacientes en casa:

  • Proteger el ojo que no se puede cerrar: utilizar gotas lubricantes para los ojos durante el día y un ungüento en la noche ayudará a mantener el ojo humectado. Utilizar lentes o gafas durante el día y un parche en el ojo durante la noche puede ayudar a evitar que la persona se toque o se rasque el ojo.
  • Tomar analgésicos de venta libre: “La aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) o el acetaminofén (Tylenol u otros) pueden ayudar a aliviar el dolor”, asegura la entidad.
  • Realizar los ejercicios de fisioterapia: hacer masajes y ejercicios en el rostro de acuerdo con las recomendaciones del fisioterapeuta pueden ayudar a relajar los músculos faciales.