Los parásitos -microorganismos que se alimentan del organismo de las personas- pueden provocar afecciones en el cuerpo humano. La infección por oxiuro es la más común en el mundo.
Estos son delgados y blancos y pueden medir de 6 a 13 milímetros de largo. “La infección por oxiuros se produce con mayor frecuencia en niños en edad escolar, y los diminutos huevos (microscópicos) se transmiten fácilmente de un niño a otro. El tratamiento consiste en tomar medicamentos orales que matan los oxiuros y el lavado a fondo de los pijamas, la ropa de cama y la ropa interior. Para obtener mejores resultados, toda la familia debe recibir tratamiento”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Tua Saúde, portal especializado en salud, indica cuáles son los síntomas que pueden tener los adultos al tener parásitos intestinales:
- Distensión abdominal o exceso de gases (malestar alrededor del ombligo).
- Dolor abdominal.
- Fatiga.
- Diarrea alternada con períodos de estreñimiento.
- Disminución o aumento del apetito.
- Pérdida de peso.
- Heces oscuras.
- Presencia de puntos blancos en las heces.
- Picazón en el ano.
En los bebés o niños pequeños los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Vómitos, diarrea o cólicos.
- Falta de ganas de jugar.
- Barriga hinchada, que no desaparece después de masaje abdominal.
- Picazón en el ano, especialmente por la noche, dificultando el sueño.
- Presencia de gusanos en el pañal, ano o heces del bebé.
- Piel amarillenta.
- Retraso en el crecimiento.
¿Cómo eliminarlos?
En caso de presentar síntomas de parásitos intestinales debe consultar a un médico para recibir el diagnóstico adecuado e iniciar un tratamiento oportunamente.
En el caso de los oxiuros, Mebendazol y Albendazol son los medicamentos más comunes para aliviar los síntomas y eliminar los parásitos.
Es importante seguir las recomendaciones del doctor y especialmente los consejos relacionados con la prevención. Algunos de estos pueden incluir:
- Bañarse muy bien en la mañana.
- Cambiar de ropa interior diariamente.
- Cambiar las sábanas y toda la ropa de cama diariamente.
- Lavarse muy bien las manos luego de ir al baño, cambiar un pañal de un bebé o antes de comer. La limpieza de las manos es clave para evitar esta afección.
Tipos de parásitos
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explican que existen tres tipos importantes de parásitos, los cuales pueden causar enfermedades. Estos son: protozoos, helmintos y ectoparásitos.
Protozoos
Este tipo de parásitos son capaces de multiplicarse en los seres humanos, permitiendo el desarrollo de infecciones graves. “La transmisión de protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano generalmente ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos o agua contaminados o contacto de persona a persona)”, indican los CDC.
Este organismo también puede transmitirse a otra persona a través de la picadura de un mosquito, si el parásito vive en la sangre. Por eso es importante utilizar repelente en zonas donde haya muchos zancudos.
Helmintos
Son organismos multicelulares que pueden verse a simple vista cuando son adultos. Cuando están en esta etapa no pueden multiplicarse en los seres humanos. Hay tres grupos de helmintos: gusanos planos, gusanos de cabeza espinosa y gusanos cilíndricos.
Ectoparásitos
Este tipo de parásitos se adhieren a la piel y permanecen por semanas o meses. “Los artrópodos son de por sí causantes importantes de enfermedades, pero son aún más importantes como vectores, o transmisores, de muchos patógenos diferentes que, a su vez, producen una enorme morbilidad y mortalidad por las enfermedades que provocan”, agregan los CDC. Algunos de estos organismos son las garrapatas, pulgas, piojos y ácaros.