Por lo general, los parásitos intestinales suelen ser un problema bastante común en los niños; sin embargo, los adultos también lo pueden padecer. De acuerdo con Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, un parásito es un organismo que vive dentro de otro organismo y se alimenta del lugar en el que es huésped.

Los parásitos se pueden encontrar en algunos alimentos, en el agua contaminada, en la picadura de un insecto, incluso, en el contacto sexual. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) explican que existen tres tipos importantes de parásitos, los cuales pueden causar enfermedades. Estos son: protozoos, helmintos y ectoparásitos.

De esta manera, los parásitos intestinales pueden ocasionar problemas gástricos, malestar general, dolores abdominales, insomnio, irritabilidad y gases. Cuando persiste la picazón anal, especialmente durante la noche, Mayo Clinic aconseja acudir al médico para determinar el tratamiento a seguir.

Para los casos en los que la sintomatología es leve, los parásitos intestinales se pueden tratar con distintos remedios caseros a base de hierbas medicinales. No obstante, es importante consultar su uso con un especialista en medicina para prevenir cualquier contraindicación.

La revista Mejor con Salud señala que la altamisa, una planta milenaria que también se le conoce como hierba de San Juan, ajenjo chino, hierba de crisantemo o hierba criminal, tiene propiedades vermífugas, antibacterianas y antihelmínticas que son útiles para combatir los parásitos intestinales. De hecho, este es el mayor beneficio de la artemisa.

La artemisa ayuda a eliminar los parásitos intestinales. | Foto: Watcha/Getty Images

En la medicina tradicional, tanto las flores, el tallo y las hojas de la artemisa tienen propiedades antibacterianas, antiparasitarias, analgésicas, anticonvulsivas, antiinflamatorias, emolientes, calmantes, tónicas, estimulantes y aperitivas, que la hace ideal para prevenir y a la vez tratar distintos problemas de salud. A su vez, esta hierba también contiene una sustancia llamada ‘artemisinina’, con supuesta actividad antitumoral.

En cuanto a sus propiedades depurativas y antioxidantes, la artemisa ayuda a eliminar las toxinas que afectan el estómago, lo cual contribuye a resolver problemas como eructos constantes, flatulencias, pesadez y reflujo. Además, es una planta que tiene la capacidad de estimular la contracción del útero durante el parto y promueve el flujo menstrual.

Para consumir esta hierba, Mejor con Salud indica que se puede preparar por medio de infusiones, tintura, aceites esenciales y jarabes.

Precauciones en el uso de la artemisa

Al igual que otras plantas medicinales, no se recomienda el uso de la artemisa en mujeres embarazadas o en proceso de lactancia, ya que puede precipitar un aborto o parto prematuro. Asimismo, las personas con alergias a la ambrosía pueden presentar una reacción alérgica, por lo que se restringe su uso.

También la deben utilizar con precaución quienes son alérgicos a la lechuga, la achicoria, la margarita, el girasol, la alcachofa, la caléndula, el apio, la zanahoria o el abedul, porque podría alterar aún más la alergia. Finalmente, esta hierba no sebe consumir por más de cuatro semanas y tampoco se debe exceder en la dosis recomendada, que suele ser un máximo de 6 gramos diarios.