Para tratar un tema tan importante como el Parkinson primero hay que detallar y saber de qué se trata esta enfermedad. Según la explicación de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, el Parkinson es una enfermedad que afecta el sistema nervioso y los nervios que se encuentran allí presentes e incluso puede repercutir en diversas zonas del cuerpo que son controladas por los nervios.

Allí, vale la pena señalar que “los síntomas aparecen lentamente. El primero puede ser un temblor apenas perceptible en una sola mano. Los temblores son habituales, aunque el trastorno también puede causar rigidez o una disminución del movimiento”, destacó la entidad en su página web oficial .

El Parkinson se desarrolla con el avance del envejecimiento. | Foto: Getty Images

Estos son los síntomas comunes del Parkinson:

  • Temblores en extremidades: Por lo general este tipo de movimientos involuntarios se presentan en manos o en los dedos de la misma. Además, es frecuente que los movimientos movimiento se den cuando el paciente se encuentra en reposo.
  • Movimientos lentos: Esto se genera a raíz de la rigidez en el cuerpo y causa que las personas tomen más tiempo del habitual al realizar sus tareas habituales, situación que termina siendo algo frustrante para ellos.
  • Rigidez en los músculos: Este se puede evidenciar en cualquier parte del cuerpo. Ahora bien, se tiene entendido que a largo plazo esta sintomatología limita el movimiento, lo que podría causarle dolor crónico al paciente.

Ahora bien, un nuevo estudio del proyecto ‘COPPADIS’, impulsado por el Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento (GETM) de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y que ha sido publicado en el ‘Journal of Clinical Medicine’, ha evidenciado que el Parkinson no afecta de igual forma a hombres y mujeres.

“Este es el primer estudio realizado en España que analiza las diferencias por sexo en la enfermedad de Parkinson en una gran cohorte de pacientes, 410 hombres y 271 mujeres, y es uno de los mayores estudios realizados hasta la fecha en todo el mundo”, ha explicado el miembro del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN y autor principal de este trabajo, Diego Santos.

La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento que se da por falta de dopamina. | Foto: Getty Images

En concreto, diferentes factores genéticos, hormonales, neuroendocrinos y moleculares son los que parecen estar implicados en las diferencias en la patogenia de la enfermedad de Parkinson entre hombres y mujeres. De hecho, ya se sabe que la incidencia y prevalencia de la enfermedad es entre 1,5 y 2 veces mayor en hombres que en mujeres, y que el inicio de la enfermedad en mujeres es ligeramente más tardío que en hombres.

Según se desprende de este estudio, síntomas como depresión, fatiga y dolor son más frecuentes y/o severos en mujeres, mientras que síntomas como hiponimia (disminución en la expresión facial), problemas del habla, rigidez e hipersexualidad son más comunes en los hombres.

Por otra parte, y sobre todo a corto plazo, los hombres con enfermedad de Parkinson muestran una mayor tendencia a desarrollar una mayor discapacidad relacionada con los síntomas no motores de la enfermedad. Por el contrario, las mujeres ven más afectada su capacidad funcional para realizar las actividades de la vida diaria y la percepción de pérdida de calidad de vida también es generalmente mayor en las mujeres.

El tabaquismo es nocivo para la salud y puede ser un factor que afecte la generación del Parkinson. | Foto: Getty Images

Otra diferencia que muestra el estudio es que parece que las mujeres reciben, en general, dosis más bajas de medicación específica para la enfermedad de Parkinson, aunque ajustando la dosis por el peso, no se observan diferencias entre ambos géneros. Por el contrario, las mujeres consumen antidepresivos, benzodiazepinas y analgésicos con mayor frecuencia.

“En nuestro análisis también hemos detectado otras muchas diferencias entre hombres y mujeres con enfermedad de Parkinson. Por ejemplo, que las mujeres tienen más probabilidades de vivir solas, que tienen un menor nivel educativo, que consumen más fármacos para otras enfermedades, o que tienen más riesgo de padecer depresión, casi el doble que los hombres. Por el contrario ciertos hábitos nocivos, como el tabaquismo y consumo de alcohol, son significativamente más frecuentes en varones”, ha zanjado Santos.

*Con información de Europa Press.