Valentina tiene solo 8 años, y lo primero que sacó de su maletín azul pastel antes de que comenzara la fiesta de cumpleaños a la que había sido invitada junto con otras amigas de colegio, fue una abultada cosmetiquera.
Enseguida, dispuso varios productos sobre una mesa y comenzó a mostrarles a sus amigas los brillos labiales, rubores y sombras escarchadas de varios tonos que su mamá le había comprado unos días atrás. Y, casi como una experta, les contó que la tendencia que estaba haciendo furor se llamaba ‘rosa coquette’. “Esa que le queda divina a Karol G”, comentó la menor ante su ‘auditorio’. Niñas que, como ella, no pasaban de los diez años.
La escena quedó grabada en la memoria de Martha Sepúlveda, una psicóloga infantil bogotana que, esa tarde de febrero pasado, había asistido a aquella reunión. “Llevé a mi hija, de 7 años, que aún juega con muñecas y que hasta ahora nunca ha mostrado ningún interés en cuestiones de cosméticos. Pero me impactó la manera como su compañera compartía sus secretos de belleza y hasta rutinas de cuidado de la piel. Costaba trabajo creer que se trataba de ¡una niña!”, narra la especialista.
Hasta entonces, ni ella ni otros padres de familia presentes en la fiesta habían escuchado hablar de lo que había detrás. Unas cuantas horas de internet le mostraron a Sepúlveda de qué se trataba: Sephora Kids, una tendencia que ha tomado fuerza a través de las redes sociales, especialmente TikTok, y que lleva a que muchos menores, sobre todo niñas, experimenten un preocupante interés por su apariencia física.
Felipe Buendía, médico cirujano y especialista en estética, lo describe como “la exageración de los cuidados estéticos no básicos, dermatológicos de la piel y de la apariencia en personas a temprana edad”. El nombre se debe a una tienda, Sephora, ubicada en el parque de diversiones de Disney y a la que miles de niñas acuden en búsqueda de productos para hacer rutinas de skincare y de maquillaje.
Lo hacen después de ver videos de TikTok, en donde reconocidos influenciadores comparten artículos de este y otros almacenes. Allí, niñas entre 10 y 12 años, o hasta menores, buscan sérum, cremas hidratantes o para las ojeras. Algunas, incluso, para algo impensable a esa edad: cremas antiedad.
Dichos videos llegan a los cientos de miles y millones de vistas, con las etiquetas de Sephora Kids, Sephora, skincare routine, GRWM (get ready with me) o, en español, ‘alístate conmigo’ o ‘acompáñame a arreglarme’. A juicio del doctor Héctor Mendoza, pediatra funcional, los riesgos de la exposición de los niños a este tipo de productos son muy altos.
“El uso prematuro de productos cosméticos en los niños puede ser perjudicial debido a ciertos ingredientes que podrían actuar como disruptores endocrinos. Estos químicos pueden alterar el equilibrio hormonal y afectar el desarrollo físico y cognitivo, además de causar irritaciones en la piel sensible de los niños. Es fundamental que los padres elijan productos diseñados específicamente para la piel infantil, evitando compuestos agresivos”.
Además, los menores se exponen a una condición que se conoce como la cosmeticorexia, término que define el uso excesivo y obsesivo de cosméticos, maquillaje y productos de uso y aseo personal, explica la doctora Sepúlveda.
En ese sentido, la dermatóloga Piedad Zorrilla señala los riesgos del uso de productos en una piel que se encuentra en desarrollo. “Y pueden agravar una condición dermatológica preexistente, que no ha sido tratada, como el acné, la rosácea, la dermatitis seborreica o la dermatitis periorificial”, dice.
Y hace énfasis en una de las afecciones de la piel más comunes en la pre y la adolescencia: “El acné, sin un tratamiento adecuado y acompañado, puede dejar cicatrices permanentes en el rostro. En otros casos, como pacientes con dermatitis atópica, el uso de algunos de estos productos que contienen sustancias potencialmente sensibilizantes, como conservantes o fragancias, pueden producir dermatitis de contacto alérgicas o irritativas”.
La dermatóloga asegura que el Sephora Kids ya se ve reflejado en especialistas como ella: se han incrementado las consultas de menores de 15 años que quieren implementar o ya están implementando una rutina de cuidado de la piel y maquillaje. “Eso no se puede normalizar, y en eso los papás no deben ser tan laxos”, asegura con preocupación.
Para Sepúlveda, otro de los riesgos más grandes detrás de esta tendencia es que la exposición a esos contenidos puede derivar en trastornos alimenticios como bulimia y anorexia, pues “desde edades muy tempranas esos niños crecen pensando en cumplir con estándares de belleza imposibles y que no deberían ser una preocupación en ese momento de sus vidas”.
En eso coincide el doctor Mendoza. Y agrega que los padres de familia deben fortalecer la autoestima de sus hijas “mediante una educación basada en el respeto a la diversidad y en la valoración de logros más allá de la apariencia física”.
Es crucial, a juicio del especialista, recordar que una autoestima frágil puede desencadenar problemas de salud emocionales y físicos, ya que la constante presión por alcanzar estándares irreales puede derivar en trastornos como la ansiedad o la depresión”.
A estos se suma lo que ya varios estudios han demostrado sobre lo nocivo que resulta el uso en exceso de pantallas y dispositivos electrónicos, que se asocian con el desarrollo de algunos problemas como la obesidad, las dificultades en la adquisición del lenguaje, la hiperactividad, las alteraciones del sueño y malas prácticas alimentarias, entre otros.
De acuerdo con Mendoza, para proteger a los niños de los peligros de las redes sociales, es clave limitar el tiempo de exposición, supervisar los contenidos y educarlos en el valor de su autenticidad. La sobreexposición a ideales irreales puede no solo dañar su autoestima, sino también afectar su bienestar emocional y, a largo plazo, su salud mental y física.
¿Qué hacer en casa?
Consejos para padres y cuidadores
• Control a las redes sociales
Es importante controlar el tiempo que los niños pasan en internet. Y los expertos aconsejan retrasar el mayor tiempo posible su ‘aterrizaje’ en las redes sociales.
• Educar en valores
Es importante fomentar en niños y niñas valores como la autoestima, la empatía y el respeto por los demás. “Y, para el caso de las niñas, alejarlas de falsos estereotipos de belleza que las hagan crecer con la idea de verse perfectas. La idea es enseñarles a querer y respetar su cuerpo”, asegura la doctora Sepúlveda.
• Ser un buen modelo
Sepúlveda agrega que ha podido comprobar en consulta clínica que gran parte de los niños que terminan arrastrados por esta tendencia provienen de hogares en los que “los padres le dan un valor superlativo a la belleza física. O donde las niñas escuchan desde muy pequeñas que no deben lucir gordas o que el mundo está hecho para que triunfen las personas bellas”.
• Peligros de tiktok
Casi todas las redes sociales están desaconsejadas para los niños. Pero TikTok e Instagram están dentro de las más nocivas, pues son capaces de alterar la forma en que niños y adolescentes perciben sus cuerpos y abren las puertas para casos graves de acoso o ciberbulling. “El tema es complejo, pues los usuarios en edades inapropiadas pueden empezar a experimentar frustración al no sentir aprobación en esos escenarios digitales. Es una generación ansiosa de clic. Reciben un like, luego existen”, se lamenta la doctora Sepúlveda.