Daniel Bergner es el autor del reciente libro ‘What do women want? Adventures in the Science of Female Desire’.Semana.com: A propósito del número de mujeres que sufren de bajo deseo sexual, usted menciona en su libro que el 15 por ciento de las que están entre los 20 y 60 años tienen este problema. ¿Esa cifra incluye a aquellas que toman antidepresivos, a las que han llegado a la menopausia y a quienes viven relaciones a largo plazo?Daniel Bergner: Es una muy buena pregunta. Probablemente la mejor forma de definirlo es que alrededor del 30 por ciento de las mujeres tienen bajo deseo sexual por al menos una de las razones anteriormente mencionadas. Pero no hay una respuesta certera, en especial si se tiene en cuenta que el porcentaje de mujeres que toman antidepresivos puede ser más alto. El 15 por ciento es engañoso porque está basado en un diagnóstico clínico complejo. Los criterios con los que se realiza aparecen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM, por sus siglas en inglés), más conocida como la biblia de la psiquiatría.Semana.com: Fue muy interesante ver que algunos de los autores con los que usted habló señalan que el bajo deseo sexual puede ser causado por la monogamia. ¿Es este un problema mucho mayor para las mujeres que para los hombres, y está relacionado con un factor cultural?D. B.: La monogamia es un problema mayor tanto para el deseo sexual femenino como para la sexualidad masculina. La psicología evolucionista nos ha enseñado que las mujeres están mejor diseñadas genéticamente que los hombres para ser monógamas. Pero ese es un cuento de hadas basado en evidencia débil. Es confortante para los hombres pensar de esta manera, pero como dije en mi libro, la ciencia nos está diciendo algo más ahora. Y los hombres tendrán mucho de qué preocuparse. Semana.com: Después de leer su obra da la sensación de que efectivamente la monogamia es matapasiones. ¿Pero usted cree que una pastilla es la solución? D. B.: Un fármaco no es la respuesta ni la solución definitiva a este problema. Pero desde que haya una que sea aprobada, funcione y esté disponible, puede usarse. Semana.com: ¿Usted cree al igual que otros que la pastilla no vaya a ser aprobada por miedo a que las mujeres se vuelvan ninfomaníacas? D. B.: No, no creo que eso vaya a ocurrir. Durante el proceso de creación de esta droga, las compañías se preocuparon de que sus químicos fueran rechazados por la Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) en caso de que las pruebas resultaran muy fuertes. Estaban alarmados de que la FDA dudara en aprobarlas debido a que podrían causar ninfomanía en las pacientes. Esta fue una de las cosas sorprendentes que salieron a la luz mientras hacía la reportería para mi libro. Dice mucho de nuestro miedo cultural a explorar la sexualidad femenina. Pero, como dije anteriormente, creo que la primera droga efectiva y segura para tratar este problema será aprobada. Semana.com: Para finalizar, ¿qué desean las mujeres?D. B.: La mejor respuesta que puedo dar está en mi libro. El sexo es algo central en la vida de hombres y mujeres. Esa pregunta está relacionada con lo que somos como seres humanos. No hay forma de que yo pueda dar una respuesta a esa inquietud en pocas líneas.