Cada vez es mayor el interés por adoptar métodos alternativos que permitan perder peso sin tener que recurrir a regímenes alimentarios estrictos. Si bien las dietas restrictivas siguen siendo una opción rápida para eliminar kilos, no siempre son saludables para el organismo.

El portal Mejor con Salud indica que los cambios bruscos en el metabolismo causados por dietas fuertes, pueden ocasionar la aparición de diferentes padecimientos como pérdida de masa muscular, fatiga y debilidad muscular, enfermedades cardiovasculares, deshidratación o sobrehidratación, deficiencias vitamínicas o proteicas y debilidad del sistema inmune.

Por estas razones, lo mejor es adoptar hábitos que ayuden a bajar de peso, pero que no generen afectaciones complejas de salud en el organismo. Estos son algunos de ellos:

Masticar despacio

El cerebro necesita tiempo para procesar que ha comido lo suficiente. Por esta razón, masticar bien los alimentos hace que se coma más lentamente, lo que se asocia con una menor ingesta, un aumento de saciedad y la tendencia a consumir porciones más pequeñas. Esto de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association, citado por el diario El Confidencial, de España. Esta publicación también menciona que comer rápido puede afectar el peso, según una revisión de 23 estudios observacionales publicada en la revista médica Internal Journal of Obesity.

Alimentos ricos en fibra

Comer alimentos ricos en fibra aseguran que la persona sienta saciedad durante más tiempo, reduciendo la ingesta de comida y la tentación de picar otras cosas menos saludables. Un artículo publicado en la revista Elle, de España, indica que los alimentos de origen vegetal ricos en fibra como los cereales de avena, las coles de Bruselas, los espárragos, las naranjas o las semillas de lino, son ideales para incluirlas en la dieta diaria.

Al respecto, la biblioteca médica Medlineplus indica que la fibra vegetal le aporta volumen a la dieta, lo que facilita que las personas mantengan un peso saludable. Por ejemplo, en los pacientes con diabetes, la fibra juega un papel importante para lograr mantener el control glucémico. Adicionalmente, la alimentación rica en fibra puede evitar las molestias por estreñimiento aliviando la inflamación del estómago.

Dormir bien

Para algunos expertos, dormir bien es una de las primeras reglas a la hora de adelgazar. Incluso puede resultar más importante que la dieta o el ejercicio. Estudios publicados en la revista científica Science Advances han demostrado la relación entre el déficit de sueño y el aumento de peso, según El Confidencial. Las razones son varias, principalmente hormonales. Sin embargo, también es de comprender que si el cerebro y el cuerpo no tienen energía, tendrán necesidad de consumir alimentos más calóricos.

Reducir la ingesta de azúcar

Uno de los mayores enemigos de un peso saludable es el azúcar refinado. Este producto es el responsable de los principales desórdenes metabólicos que producen sobrepeso y diabetes, según un estudio publicado en The Journal of Clinical Investigation. Por esta razón, limitar al máximo su consumo es determinante para adelgazar y por ello se deben evitar los refrescos, postres y bebidas con azúcar añadido. Lo ideal es consumir alimentos saludables y que no agreguen azúcar en cantidades elevadas al organismo.

Desayunar fruta

Este alimento estimula la digestión, por lo que el metabolismo trabaja de una forma más eficiente. Después de la fruta se puede ingerir un poco de carbohidratos que son los encargados de darle la energía al cuerpo, asegura el portal Salud 180. Los expertos indican que comer fruta al desayuno ayuda a mantener el cuerpo hidratado y a evitar el estreñimiento. Sin embargo, siempre se debe complementar con algo de proteína e hidratos de carbono de absorción lenta, como los procedentes de los cereales. De este modo, el cuerpo obtiene una nutrición saludable, variada y equilibrada.