De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, existen cuatro tipos de pérdida auditiva: conductiva, neurosensorial, trastorno del espectro neuropatía auditiva y mixto.

  • La pérdida auditiva conductiva: sucede cuando hay un bloqueo para que el sonido pase del oído externo al oído medio.
  • La neurosensorial: ocurre por una alteración en el funcionamiento del oído interno o del nervio auditivo.
  • El trastorno del espectro neuropatía auditiva: se desarrolla cuando el sonido entra normalmente, pero hay daños en el oído interno que no permiten que el sonido se procese bien y el cerebro lo interprete correctamente.
  • La pérdida auditiva mixta: es la combinación de la pérdida auditiva conductiva y neurosensorial.

Según explican los expertos de Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, “tanto el envejecimiento como la exposición crónica a los ruidos fuertes contribuyen a la pérdida auditiva. Otros factores, como el exceso de cera, pueden reducir temporalmente la capacidad de los oídos de conducir los sonidos”.

Esta entidad de salud señala cuatro factores que pueden provocar pérdida de la audición:

  1. Daño al oído interno: el paso del tiempo y el envejecimiento y la exposición a ruidos fuertes pueden causar daños en las neuronas que envían señales de sonido al cerebro.
  1. Acumulación gradual de cera: “los tapones de cera” pueden bloquear el canal auditivo y evitar la conducción de las ondas sonoras.
  1. Infecciones o tumores en los huesos: la formación de bultos anormales en el oído externo medio también pueden provocar pérdida de la audición.
  1. Tímpano roto: los ruidos muy fuertes, los cambios repentinos de presión o el ingreso de objetos o puntas a oído pueden provocar perforación en la membrana del tímpano y afectar la audición.

Sobre esa misma línea, también existen varios factores de riesgo que pueden contribuir a la pérdida de la audición, como ruidos fuertes, como estallidos, disparos; factor hereditario, pues la composición genética de algunas personas puede ser más vulnerable al daño en el oído; y ruidos laborales, en el que los ruidos fuertes son cotidianos.

También algunas medicinas pueden ser consideradas como un factor de riesgo. “Los medicamentos como el antibiótico gentamicina, sildenafilo (Viagra) y algunos medicamentos de quimioterapia pueden dañar el oído interno. Si tomas dosis muy altas de aspirina, de otros analgésicos, de medicamentos antipalúdicos o de diuréticos del asa, se pueden producir efectos temporales en la audición, como zumbidos en los oídos (tinnitus) o pérdida de la audición”, señala Mayo Clinic.

“Tapones de cera”

El cerumen, también conocido como cera, es importante para limpiar, lubricar y proteger el conducto auditivo y retrasar el crecimiento de bacterias en esta parte del cuerpo. Cuando la cera se acumula en las orejas y se endurece demasiado ocurre una “oclusión por cerumen”.

En algunas personas, estas glándulas pueden producir una cantidad de cerumen más de la normal, dificultando un poco su eliminación naturalmente. “Cuando uno trata de limpiar el oído, puede más bien empujar el cerumen más hacia lo profundo y bloquear el conducto auditivo. Por este motivo, los proveedores de atención médica no recomiendan hurgar en el oído para limpiarlo”, detalla MedlinePlus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Según indica Mayo Clinic, los síntomas de una oclusión por cera incluyen:

  • Dolor de oído.
  • Sensación de inflamación en el oído afectado.
  • Zumbido o ruidos en los oídos (tinnitus).
  • Disminución de la audición en el oído afectado.
  • Tos.

El portal especializado en salud Tua Saúde resalta la importancia de no utilizar “copitos” de algodón para eliminar la cera atrapada en el oído. “No se recomienda usar bastoncillos de algodón u otros objetos afilados como la tapa de un bolígrafo, un clip o una llave para tratar de quitarse la cera del oído, debido a que el hisopo es demasiado grande y empuja el exceso de cera hacia el canal auditivo y porque otros objetos pueden perforar el tímpano, causando infecciones o incluso pérdida de audición”.