Obtener un peso saludable y una figura llamativa es el ideal de muchas personas. Sin embargo, lograr este objetivo puede resultar más difícil de lo que parece. Muchas veces, además de dietas se sigue una rutina en el gimnasio y los resultados parecen no ser los esperados, pues la grasa continúa evidenciándose.

Es posible que esto obedezca a errores que se están cometiendo y de los cuales las personas no son conscientes o no prestan la atención debida. El problema no siempre está en la salud o el metabolismo, precisa el portal Gastrolabweb.

Existen ciertos hábitos y creencias que muchas veces generan el efecto contrario y que no permiten quemar grasa y bajar de peso. Estos son algunos de los errores más comunes y habituales que se comenten a la hora de lograr este propósito.

Comer rápido

Parece sin importancia, pero la velocidad con la que una persona come es clave para conseguir el objetivo de adelgazar y perder grasa. Es determinante masticar y digerir los alimentos de manera lenta ya que así se favorece el proceso digestivo, que a la vez ayuda a que no se acumulen toxinas en el organismo. Comer despacio implica realizar una comida, ya sea desayuno, almuerzo, merienda o cena, en un mínimo de 20 minutos. De ser posible, lo aconsejable sería dedicar un tiempo de al menos 30 minutos a una comida completa.

No desayunar

El desayuno activa el metabolismo. Según un artículo publicado en el medio digital Business Insider, si una persona que quiere quemar grasa se salta este alimento, está cometiendo un error, pues el organismo retendrá la grasa para proveer al cuerpo de reservas hasta la siguiente comida. Si en el desayuno se consumen alimentos ricos en proteínas ese aporte proteico evitará que, luego a lo largo del día, se tengan antojos de alimentos dulces como golosinas o bebidas azucaradas.

Consumo de bebidas light

Si bien es cierto que la cantidad de calorías que poseen estas bebidas puede ser menor, eso no quiere decir que no influyan en el organismo. Los edulcorantes que contienen producen un efecto parecido al del azúcar, activan la insulina, lo que provoca hipoglucemia y, a su vez, una mayor tendencia a acumular las calorías sobrantes de la dieta en forma de grasa y propician un mayor apetito.

Grasas y azúcar

Eliminar las grasas trans de la dieta es importante. Lo ideal es consumir grasas monoinsaturadas, pues es un nutriente que genera sensación de saciedad y esto evita que las personas estén picando entre comidas. La grasa es buena en su justa medida siempre que no sea saturada, mientras que el azúcar añadido sí debe ser evitado al 100 %, asegura una publicación de la revista española de salud y fitness Vitónica.

Distracciones

Comer con el computador al frente o con el celular en la mano no es una buena opción, pues es un hábito pésimo a la hora de alimentarse. De acuerdo con diversos estudios, se ha encontrado que esto podría complicar la digestión de las personas, porque no se estaría enfocando completamente a sus alimentos y, por lo tanto, el sistema, el cerebro y todos los órganos implicados estarían trabajando en distintas cosas, generando incluso que la persona coma más de lo debido, asegura Gastrolabweb.

Salsas

Cuando se realiza una dieta, la tentación de añadir algún tipo de salsa a la comida es grande, pero esto es un error, pues prácticamente todas las salsas son ricas en calorías, grasas y azúcares, por esta razón se deben evitar por completo.

Pocas proteínas

Es posible que en el afán de comer menos no se ingiera la cantidad de proteínas diaria recomendada, la cual es fundamental si se quiere obtener un peso saludable, afirma un estudio realizado por la Universidad de Maastricht (Holanda). Entre los alimentos con alto contenido de proteínas están el pollo, el pavo, el pescado, los vegetales y las legumbres, indica el portal Mejor con Salud.

Estrés

Estar sometido a un estrés continuo genera niveles elevados de cortisol en la sangre, lo que se traduce en mayor tendencia a acumular grasa y mayor dificultad para ganar músculo.

Dormir poco

Si la persona duerme menos de siete horas al día le será difícil perder grasa. El cuerpo necesita descansar para recuperarse. Además, hay muchos estudios que asocian la falta de sueño con niveles bajos de leptina, que es la hormona encargada de enviar mensajes de saciedad al cerebro. Si una persona duerme poco tardará más en sentirse llena y comerá más.