Para nadie es un secreto que perder peso no es algo que se da de la noche a la mañana. Además, a la hora de hacer una dieta adecuada, por más estricta que sea, en la mayoría de las veces no se ven los cambios en el cuerpo. Cuando pasadas unas semanas se comprueba que la capa de grasa que cubre el cuerpo no ha desaparecido, llega la desmotivación acompañada de la frustración.
Por esta razón, es fundamental saber qué errores no se deben cometer al realizar una dieta. Entre los más destacados está el no ser realista: cuando se inicia una dieta, es posible que las personas estén muy motivadas, y que se hagan una idea de lo que será su cuerpo al cabo de unos meses y lo bien que se sentirán al respecto. Pero la realidad es que la pérdida de peso es un proceso lento en que hay que trabajar duro, y dependiendo del porcentaje de grasa corporal, se necesitará más o menos tiempo, según el magazín Psicología y Mente.
Por fortuna, la experta Elisa Escorihuela, expuso para la revista Telva, cómo evitar caer en mitos y lograr que la dieta realmente dé resultados.
No personalizar la dieta
Desde la Organización Mundial de la Salud aconsejan consultar con un profesional antes de iniciar cualquier tipo de régimen para llevar a cabo un plan a medida y evitar riesgos de salud. “La dieta tiene que adaptarse a ti (a tu estilo de vida, a tus necesidades, a tu edad, a tu morfología...) y no tú a ella”, resalta Escorihuela.
Esto también se debe aplicar al deporte, ya que es fundamental para un buen resultado a la hora de perder peso. “No todos podemos correr una maratón, lo ideal es, en función de las capacidades de cada uno, introducir el ejercicio en nuestra vida diaria, por ejemplo, cambiando el coche por una paseo en nuestro camino diario al trabajo”, añade la nutricionista,
Eliminar grupos de alimentos
“Esas dietas que, por ejemplo, eliminan los hidratos de carbono por completo o se centran en el consumo absoluto de proteínas tienen un efecto a muy corto plazo y no ayudan a llevar una alimentación saludable”, destaca la nutricionista.
Añadiendo que “uno de los motivos por los que las dietas suelen fracasar es por hacer régimen en sentido muy estricto en lugar de incorporar a tu forma de comer una serie de hábitos saludables”. Es aquí donde entra en juego el temido efecto rebote (recuperar con creces los kilos que has perdido una vez terminada la dieta) y la frustración.
Excusarse en el “no tengo tiempo”
A veces, el día a día se convierte en un verdadero juego de malabares y caer en malos hábitos (ya sea no desayunar o recurrir a la comida rápida) tiende a ser lo fácil, y también lo menos sano. Aquí la pregunta del millón: ¿Cómo comer bien sin apenas tiempo para cocinar?, o (más difícil todavía) cuando te ves obligado a comer en el trabajo. Aunque la falta de tiempo nos obligue a hacer un esfuerzo extra a la hora de hacer dieta, debemos desterrar las excusas y buscar alternativas”, aconseja Escorihuela.
“Nos metemos siempre con los precocinados sin saber que hoy en día existen precocinados súper saludables. En el supermercado tenemos hasta bolsitas con la fruta cortada y hay muchísimas recetas bajas en calorías que podemos hacer en poquísimo tiempo y llevarlas al trabajo”, agrega la experta.
Otro consejo para ahorrar tiempo sin que la alimentación se resienta es hacer una compra semanal acorde al menú que se va siguiendo.
Pensar que hacer dieta implica pasarlo mal
Para que el resultado sea un éxito hay que estar súper motivado y no pensar que estar a dieta es sinónimo de sufrir, ni mucho menos de pasar hambre.
Además de “no caer en el error de saltarnos ninguna comida es importante acudir a un profesional que nos realice un plan a medida en el que se incluyan aquellos alimentos que, adaptados al régimen, nos gusten”, concluye Escorihuela.
Para no sentir sensación de hambre la nutricionista también recomienda hacer varias comidas “no necesariamente cinco, eso variará en función de la persona” y así evitar las pequeñas hipoglucemias, es decir, la falta de azúcar en sangre, que podrían producirse al estar muchas horas sin comer.