El consumo de bebidas alcohólicas tanto en jóvenes como en adultos es un tema que normalmente preocupa, pues su ingesta en exceso ocasiona diversas complicaciones de salud. Órganos como el cerebro, el hígado y el corazón son susceptibles de enfrentar daños
Adicionalmente, muchas de estas bebidas tienen un alto contenido calórico generando incrementos de peso. Según la biblioteca médica Medline Plus, el alcohol puede causar varios efectos en el cuerpo. Por ejemplo, disminuye la frecuencia respiratoria, la cardíaca y el buen funcionamiento del cerebro. Esto puede darse al cabo de 10 minutos y alcanzar su punto máximo en alrededor de 40 a 60 minutos después.
El alcohol permanece en el torrente sanguíneo hasta que el hígado lo descompone. La cantidad de esta sustancia en la sangre se denomina nivel de alcoholemia. Si la persona consume la misma más rápido de lo que el hígado puede descomponerla, este nivel se elevará.
La ingesta de este tipo de bebidas está muy relacionada con la obesidad. Información de la compañía de salud Sanitas, de España, asegura que el impacto del consumo de alcohol en relación con la ganancia de peso varía en función de la cantidad ingerida: mientras que los bebedores moderados tienen menos posibilidades de tener sobrepeso o ser obesos, los consumidores habituales tienen una mayor tendencia a engordar. Esta es una de las conclusiones de un estudio realizado por el instituto Mayo Clinic en el que participaron más 8.000 personas.
Sanitas cita otra investigación realizada durante nueve años en más de 250.000 personas de diferentes países europeos, el cual aporta datos concluyentes que permiten afirmar que el consumo de alcohol a lo largo de la vida produce la acumulación de grasa abdominal y, como consecuencia, un aumento del perímetro de la cintura, especialmente en los hombres.
Las calorías de las bebidas alcohólicas son denominadas ‘vacías’, porque aportan mucha energía al organismo pero ningún nutriente. El alcohol destilado es el que más favorece la acumulación de grasa, especialmente en la zona abdominal, y afecta negativamente a diferentes órganos, y de forma específica al hígado. Estas son algunas de las bebidas que más engordan.
Margarita
Esta bebida elaborada con tequila, vino espumoso y zumo de limón, es una de las que más calorías contiene. Una de las razones es la cantidad de azúcar: al mezclar, se añaden hasta cinco cucharaditas de azúcar. Según estima el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA), 120 mililitros de este cóctel tiene aproximadamente 168 calorías.
Gin Tonic
Normalmente se prepara con jarabe de maíz y contiene un alto contenido de fructosa. Con una proporción de mezcla de unos 45 mililitros de ginebra y 135 de agua tónica, un Gin Tonic puede tener alrededor de 142 calorías, precisa una publicación de la revista dirigida al segmento masculino GQ.
Martini
Elaborado a partir de ginebra y ajenjo, 66 mililitros de martini tiene un promedio de 124 calorías.
Vino tinto
Una copa de esta bebida al día es favorable para la salud, gracias a su alto aporte de antioxidantes que protegen las arterias y se consideran antiinflamatorios. Sin embargo, el contenido calórico del vino tinto es alto. Según el NIAAA, unos 150 mililitros aportan 125 calorías.
Vodka
El vodka con soda es relativamente bajo en calorías, según la información de GQ. Es una mezcla que no suele contener azúcar ni edulcorantes artificiales. Por lo tanto, 200 mililitros tienen alrededor de 43 calorías.
Según Sanitas, la cerveza, junto con el vino son los que aportan menor cantidad de alcohol y su proceso de fabricación aporta bondades al organismo, pero el balance beneficio-riesgo se invierte en caso de superar la dosis indicada.
Cuando se consume más de lo debido de estos dos productos, la cerveza es más nociva que el vino, tanto en relación con el aumento de peso como frente a los riesgos que conlleva el consumo de alcohol en general. La ingesta habitual de cerveza incrementa estos riesgos en un 75 %, frente al 25 % del vino, concluye la citada fuente.