Para bajar de peso se deben gastar más calorías de las que se consumen, pues es el conjunto de calorías diarias y su exceso lo que puede llevar al aumento del peso.
Para lograr disminuir el peso es importante reducir las calorías que se consumen y aumentar el gasto calórico con actividad física. La mejor forma es ir modificando los hábitos y estilos de vida que ya se tienen, haciendo pequeños cambios cada día hasta que estos pasen a formar parte de la rutina diaria.
Ser realista, constante, persistente, y ser paciente son consejos claves a seguir. Además, los cambios deben lograrse con la asesoría, preferiblemente, de profesionales de la salud, médicos y nutricionistas.
Uno de los consejos dados por el Ministerio de Salud para bajar de peso es realizar, al menos, 300 minutos a la semana de actividad física de intensidad a moderada para perder y mantener el peso de manera significativa.
Por lo anterior, se han creado algunas rutinas que ayuden a cumplir este objetivo. Una de estas, fue explicada por el portal especializado Mejor con Salud, y consiste en realizar ejercicios catalogados como “asiáticos”. Para ello se debe:
1. Fijar las plantas de los pies al piso.
2. Mover las caderas hacia delante y hacia atrás de manera repetitiva.
3. Hacer las repeticiones por 30 minutos diarios durante 15 días.
La anterior rutina debe ser suspendida una o dos veces por semana para que los tejidos se recuperen y la tonificación sea completa. Además, “cuando no hay descansos se corre el riesgo de tener lesiones, de no alcanzar los objetivos o de padecer un efecto rebote al finalizar las sesiones”, explica el medio.
A parte de lo anterior, lo mejor es adoptar hábitos que ayuden a bajar de peso, pero que no generen afectaciones complejas de salud en el organismo. Estos son algunos de ellos:
Masticar despacio
El cerebro necesita tiempo para procesar que ha comido lo suficiente. Por esta razón, masticar bien los alimentos hace que se coma más lentamente, lo que se asocia con una menor ingesta, un aumento de saciedad y la tendencia a consumir porciones más pequeñas.
Esto de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association, citado por el diario El Confidencial, de España. Esta publicación también menciona que comer rápido puede afectar el peso, según una revisión de 23 estudios observacionales publicada en la revista médica Internal Journal of Obesity.
Alimentos ricos en fibra
Comer alimentos ricos en fibra aseguran que la persona sienta saciedad durante más tiempo, reduciendo la ingesta de comida y la tentación de picar otras cosas menos saludables.
Un artículo publicado en la revista Elle, de España, indica que los alimentos de origen vegetal ricos en fibra como los cereales de avena, las coles de Bruselas, los espárragos, las naranjas o las semillas de lino, son ideales para incluirlas en la dieta diaria.
Dormir bien
Para algunos expertos, dormir bien es una de las primeras reglas a la hora de adelgazar. Incluso puede resultar más importante que la dieta o el ejercicio. Estudios publicados en la revista científica Science Advances han demostrado la relación entre el déficit de sueño y el aumento de peso, según El Confidencial.
Las razones son varias, principalmente hormonales. Sin embargo, también es de comprender que si el cerebro y el cuerpo no tienen energía, tendrán necesidad de consumir alimentos más calóricos.
Reducir la ingesta de azúcar
Uno de los mayores enemigos de un peso saludable es el azúcar refinado. Este producto es el responsable de los principales desórdenes metabólicos que producen sobrepeso y diabetes, según un estudio publicado en The Journal of Clinical Investigation.
Por esta razón, limitar al máximo su consumo es determinante para adelgazar y por ello se deben evitar los refrescos, postres y bebidas con azúcar añadido. Lo ideal es consumir alimentos saludables y que no agreguen azúcar en cantidades elevadas al organismo.