Las enfermedades de la vista cada vez son más consultadas a los profesionales de la salud, debido a las dificultades que estas generan en la cotidianidad de las personas. Según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 2.200 millones de personas tienen deficiencia visual o ceguera.

La organización alerta demás que al menos 1.000 millones de personas tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no ha sido tratada. Las enfermedades de la visión se caracterizan por iniciar con pequeñas molestias para luego ir evolucionando hasta convertirse en una complicación severa que puede desencadenar en perdida total de la visión.

Lo cierto es que cualquiera que sea la causa de una ceguera (degeneración macular, cataratas y glaucoma. Otros trastornos, lesiones y defectos congénitos) es muy difícil que sea revertida, de allí la importancia de tener siempre un enfoque preventivo para evitar que ante la aparición de alguna enfermedad en la visión pueda evolucionar hasta llegar a daños irreversibles.

Un ejemplo de ellos es el glaucoma, una enfermedad que va dañando de manera progresiva el nervio óptico, el cual cumple una tarea tan importante como hacer la conexión entre el ojo el cerebro. Lo preocupante de esta condición es que los reportes de generales de atención muestran que quienes tienen glaucoma, en la mayoría de casos, pierden visión antes de notar que tienen problemas con sus ojos.

Visite periódicamente al oftalmólogo para detectar de manera temprana cualquier patología. Foto: GettyImages. | Foto: franckreporter/Getty Images

El principal consejo para evitar que el glaucoma lo tome por sorpresa es visitar al oftalmólogo para realizar chequeos periódicos, de esta manera el médico podrá identificar la patología en una etapa temprana, controlarla y tratarla para evitar su evolución.

Los niveles de exigencia de la visión en las personas ha cambiado con el paso de los años, el uso cada vez más frecuente de dispositivos tecnológicos que expulsan reflejos hacia los ojos ha disparado el número de pacientes y la velocidad de desarrollo de enfermedades como la miopía.

La miopía es una de las enfermedades más frecuentes a nivel mundial, se espera que afecte al 52 % de la población mundial en el 2050. Bajo esta condición, el paciente ve mal de lejos, pero bien de cerca. Se considera un defecto progresivo en la niñez, por lo que en niños y adolescentes de edad escolar es necesario el cambio frecuente en la fórmula de los lentes.

Según el Instituto oftalmológico Fernández-Vega, una de las recomendaciones preventivas con la miopía es reducir el uso de la visión de cerca, alternar estas actividades con otras que requieran la visión de lejos, mantener las actividades al aire libre, descansar la vista y tomar pausas periódicas para los ojos. Cada 20 minutos de esfuerzo ocular.

Parpadear con frecuencia es una excelente opción para combatir el desgaste ocular de manera natural, ya que el parpadeo voluntario ayudará a mantener el ojo bien hidratado.

Expertos recomiendan no frotarse los ojos, ya que es perjudicial para la salud visual. Foto: GettyImages. | Foto: Gettyimages

Otra recomendación es activar en los dispositivos electrónicos un modo con tonos más cálidos, y en lugares oscuros bajar la intensidad de brillo en las pantallas.

En el ámbito laboral también es importante tener postura, distancia y altura de trabajo adecuadas. Entre los ojos y la pantalla debe haber una distancia de entre 50 y 60 centímetros.

Y por último no frotarse los ojos, mucho menos sin haberse lavado las manos previamente para evitar la exposición a patógenos. Además, este hábito debilita la red de colágeno que se encarga de preservar la curvatura de la córnea.

Estos consejos serán de gran ayuda para tener un mejor salud visual y evitar la aparición de enfermedades que, en ocasiones, cuando no se les presta la atención requerida, pueden concluir en daños irreversibles que ponen en riesgo su calidad de vida y la calidad de las personas que lo rodean.