El perejil forma parte de la numerosa lista de los alimentos ricos en antioxidantes que frenan el envejecimiento, como la zanahoria, la canela, el aguacate, el limón, la papaya, el melón, el orégano, la remolacha, los arándanos, el pistacho, la fresa, la espinaca, las almendras, el kiwi, el aceite de oliva, el maíz, la canola y los frutos secos.
Pero, ¿cuál es el papel que desempeñan los antioxidantes en el organismo? “Los antioxidantes reducen el riesgo de muchas condiciones médicas, como enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y cáncer; esto lo hacen al eliminar los radicales libres, que son compuestos dañinos y causantes de enfermedades en el cuerpo creados por el estrés oxidativo”, reseñó el diario Medical News Today.
A la vez, un estudio publicado por The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism asegura que los antioxidantes y flavonoides en los cítricos pueden ayudar a mejorar la salud no solo del corazón, sino también los marcadores de salud metabólica, aportando para incrementar la tolerancia a la glucosa, la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de las grasas.
En la actualidad, las dietas saludables están en boga y cada día se conocen nuevos beneficios que aporta el consumo de frutas y verduras a diario. He ahí la importancia de empezar con una dieta sana y equilibrada, pues no en vano se dice que las personas son el reflejo de lo que consumen.
El perejil a menudo es utilizado en la preparación de ensaladas o guarniciones. No obstante, es una hierba mediterránea que puede ser mejor aprovechada gracias a sus múltiples propiedades para la salud. Además de ser una fuente de antioxidantes, el perejil es rico en vitaminas.
Solo dos cucharadas de perejil aportan el 2 % de calcio, hierro y ácido fólico que necesita el organismo a diario, el 12 % de vitamina A, el 16 % de vitamina C y más del 150 % de vitamina K, según reseña el diario español AS.
En ese sentido, si se consume perejil a diario, el dolor en las articulaciones comenzará a aliviar, gracias a sus propiedades antiinflamatorias. Además, como es una fuente de vitamina K, ayuda de forma directa a la salud ósea y la vitamina C le permite actuar como un refuerzo inmunológico. Ni qué decir de sus propiedades para combatir los efectos del envejecimiento y el daño de los radicales libres, gracias a sus altos contenidos de betacaroteno, una clase de antioxidante.
Sumado a estos beneficios, el perejil también es rico en hierro, por lo que es recomendado para tratar a pacientes con anemia, según lo reveló un estudio publicado por Nabila Rashwan, del Departamento de Economía Doméstica de la Universidad de Suez en Egipto. Dos cucharadas de esta hierba mediterránea proveen al cuerpo el 2 % de las cantidades de hierro diario.
A la par, un estudio publicado en el Journal of Urology encontró que el consumo de hojas y raíces de perejil redujo la cantidad de depósitos de oxalato de calcio en los animales, ayudando a descomponer los cálculos renales en estas especies. Lo anterior se suma a otros estudios que recomiendan el perejil para apoyar la función renal saludable.
Es de destacar que el perejil es rico en miricetina, al contener aproximadamente 8 miligramos de este flavonoide por cada 100 gramos de perejil. Una investigación publicada en el Journal of Nutrition encontró que comer alimentos ricos en miricetina puede disminuir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en un 26 %.
¿Contra el cáncer?
Un estudio publicado en Journal of the Science of Food and Agriculture encontró que esta rama tiene potentes propiedades anticancerígenas, lo que le permite combatir esta temible enfermedad de varias maneras. En primer lugar, actúa como antioxidante, destruyendo los radicales libres antes de dañar las células; también protege el ADN del daño que puede provocar el cáncer u otras enfermedades de este corte. Además, inhibe la proliferación y migración de las células cancerosas en el cuerpo.