El hígado es un órgano de un tamaño similar a un balón de fútbol y se encuentra justo debajo de la caja torácica en el lado derecho del abdomen y este es esencial para digerir los alimentos y eliminar las sustancias tóxicas del organismo, según Mayo Clinic.
Los problemas hepáticos pueden ser causados por una variedad de factores que dañan el hígado, como los virus, el consumo de alcohol y la obesidad.
Además, existen muchos tipos de enfermedades hepáticas: enfermedades causadas por virus, como la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C, enfermedades causadas por drogas, venenos o toxinas o por ingerir demasiado alcohol. Los ejemplos incluyen enfermedad por hígado graso y cirrosis, cáncer de hígado, enfermedades hereditarias, como hemocromatosis y la enfermedad de Wilson, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Estados Unidos.
Asimismo, los síntomas de la enfermedad hepática pueden variar, pero a menudo incluyen hinchazón del abdomen y las piernas, tener moretones con facilidad, cambios en el color de las heces y la orina, y piel y ojos amarillentos o ictericia. Sin embargo, a veces no hay síntomas.
Por tal razón, el porta de salud Mejor con Salud reveló que la infusión de perejil y menta ayudaría a depurar el hígado de forma natural y para hacerlo se necesitan 5 gramos de perejil, 10 gramos de menta, una taza de agua y dos cucharadas de limón. Después, se lavan las plantas y se pican en pedazos pequeños. En seguida, se pone a hervir el agua y cuando llegue a ebullición se agregan las dos plantas y se deja la mezcla 20 minutos más. Posteriormente se apaga el fuego y se deja reposar por 10 minutos para finalmente colar los ingredientes, agregar el zumo de limón y consumir.
No obstante, la mejor forma de tener un hígado sano es haciendo pequeñas modificaciones diarias en la alimentación y en el cuidado físico, como el ejercicio.
Beneficios de la menta y el perejil
La menta tiene propiedades antiinflamatorias, expectorantes, antisépticas, analgésicas, antibacterianas o antitusivas, entre otras. Principalmente está compuesta por agua, fibra y minerales como el calcio, potasio, cobre o magnesio, además de vitaminas A, B, C y D. A esto se suma que contienen un muy bajo nivel de grasa y de carbohidratos.
Sin embargo, puede generar insomnio si se consume en altas cantidades. Por su contenido de mentol, no es recomendable para niños menores de dos años. Consumirla en exceso puede generar náuseas y diarrea, y no debe tomarse durante el embarazo porque puede provocar un aborto espontáneo.
Por su parte, el perejil solo dos cucharadas de perejil aportan el 2 % de calcio, hierro y ácido fólico que necesita el organismo a diario, el 12 % de vitamina A, el 16 % de vitamina C y más del 150 % de vitamina K, según reseña el diario español AS.
No obstante, hay que señalar que, de acuerdo con Medline Plus, web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, las hierbas medicinales (o remedios herbales) son plantas usadas como medicamento y las personas las usan para ayudar a prevenir o curar una enfermedad. También, las usan para aliviar síntomas, incrementar la energía, relajarse o perder peso. Sin embargo, las hierbas no son reguladas ni probadas como los medicamentos.
En consecuencia, muchas personas creen que usar plantas para tratar una enfermedad es más seguro que tomar un medicamento. De hecho, las personas han estado usando plantas en medicina popular durante cientos de años. Por lo tanto, es fácil ver el atractivo. Sin embargo, “natural” no quiere decir seguro a menos que se tomen de la manera indicada, pues algunas hierbas pueden interactuar con otros medicamentos o ser tóxicas en dosis altas. También, pueden causar efectos secundarios.