El peritoneo es una membrana suave que recubre las paredes abdominales internas y los órganos dentro del abdomen; cuando esta se inflama, se desarrolla la peritonitis. Esta enfermedad ocurre a causa de una infección bacteriana o micótica, según describe Mayo Clinic.

La entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación explica que hay dos tipos de peritonitis: bacteriana espontánea y secundaria. La primera se desarrolla “como una complicación de una enfermedad hepática, como la cirrosis, o de una enfermedad renal”, explica. Entre tanto, la peritonitis secundaria se produce por una “ruptura –perforación– en el abdomen o como una complicación de otras enfermedades”.

Dolor abdominal o sensibilidad al tacto, hinchazón o sensación de pesadez en el abdomen, fiebre, náuseas y vómitos, pérdida del apetito, diarrea, baja producción de orina, sed, incapacidad de defecar o echar gases, fatiga o desorientación son algunos de los síntomas que se pueden presentar cuando se produce la peritonitis.

De acuerdo con Mayo Clinic, si la personas se encuentra realizando una diálisis peritoneal, los síntomas de la peritonitis también pueden ser líquido de diálisis turbio o manchas blancas, hebras o grumos (fibrina) en el líquido de diálisis.

Es preciso decir que la peritonitis debe ser tratada por un médico de urgencia, con el objetivo de combatir la infección y darle un tratamiento oportuno, el cual puede ser logrado con medicamentos y, en algunos casos, con cirugía. Si la persona tiene sensibilidad o dolores intensos en el abdomen, hinchazón abdominal o una sensación de pesadez junto con fiebre, náuseas y vómitos, baja producción de orina, sed e incapacidad de defecar o echar gases, se debe acudir de inmediato a un centro asistencial.

Mayo Clinic precisa que la peritonitis puede estar ocasionada por la perforación del apéndice o una lesión abdominal relacionada con un traumatismo. | Foto: Getty Images

Lo mismo aplica en el caso de las personas que están recibiendo diálisis peritoneal y el líquido de diálisis está nublado o tiene un color inusual, contiene motas blancas, contiene hebras o grumos (fibrina) o si tiene un olor inusual, especialmente si el área alrededor del tubo (catéter) está enrojecida o duele.

“Si no se trata, puede producir una infección grave que se disemina por todo el organismo y pone en riesgo la vida, (...) puede ser mortal”, advierte la entidad.

Mayo Clinic precisa que la peritonitis puede estar ocasionada por la perforación del apéndice o una lesión abdominal relacionada con un traumatismo. En ese sentido, señala que la persona debe ser atendida de inmediato si presenta un dolor abdominal tan grave que no puede permanecer sentado y quieto, o si no puede encontrar una postura cómoda.

“La infección del peritoneo puede deberse a varios motivos. En la mayoría de los casos, la causa es una perforación dentro de la pared abdominal. Aunque es poco frecuente, la afección puede producirse sin una perforación abdominal”, explica la entidad.

En ese sentido, en palabras de Mayo Clinic, estas son algunas de las causas comunes de las perforaciones que provocan peritonitis:

  • Procedimientos médicos, tales como la diálisis peritoneal: En la diálisis peritoneal se utilizan tubos (catéteres) para eliminar los productos de desecho de la sangre cuando los riñones ya no pueden hacerlo de manera adecuada. Durante la diálisis peritoneal se puede producir una infección debido a un entorno sucio, falta de higiene o equipos contaminados. La peritonitis también puede manifestarse como una complicación de la cirugía gastrointestinal, el uso de sondas de alimentación o un procedimiento para extraer líquido del abdomen y, en muy pocas ocasiones, como una complicación de una colonoscopia o endoscopia.
"La infección del peritoneo puede deberse a varios motivos", señala Mayo Clinic. | Foto: Copyright
  • Perforación del apéndice, úlcera estomacal o perforación del colon: Cualquiera de estas afecciones puede permitir que ingresen bacterias al peritoneo a través de un orificio en el tracto gastrointestinal.
  • Diverticulitis: La infección de pequeñas bolsas abultadas en el tracto digestivo (diverticulosis) puede causar peritonitis si una de las bolsas se rompe, derramando los desechos intestinales en la cavidad abdominal.
  • Traumatismo: Las lesiones o los traumatismos pueden causar peritonitis, ya que permiten el ingreso de bacterias o sustancias químicas de otras partes del cuerpo al peritoneo.

Entre tanto, la peritonitis bacteriana espontánea se desarrolla sin una ruptura abdominal y a menudo se presenta por una complicación de la enfermedad hepática, como la cirrosis. La entidad explica que la cirrosis avanzada causa “una gran cantidad de acumulación de líquido en la cavidad abdominal” y esa acumulación de líquido es susceptible a una infección bacteriana.