La actividad física de los perros puede producir ciertas lesiones en sus patas que deben ser tratadas con inmediatez para prevenir un daño mayor. En este caso, las almohadillas de sus extremidades suelen ser una parte sensible por la naturaleza de su funcionalidad: amortiguar y contener los golpes al correr y resistir el desgaste que genera el roce con el suelo.

Tanto el asfalto como los pisos muy fríos o calientes son superficies dañinas para el animal que pueden generar heridas por erosión. Para evitar estas afectaciones se recomienda evitar los paseos a altas temperaturas o cuando hay grandes concentraciones de hielo o nieve.

Por lo general, estas lesiones no son graves para el animal, “pero si llegan hasta la dermis será necesario cerrarlas quirúrgicamente. En ese caso, durante el periodo de cicatrización es recomendable aplicar una férula acolchada para disminuir el peso sobre la herida y evitar que las suturas se desgarren”, subrayó la revista especializada Affinity-petcare.

Por su parte, el esguince de la articulación carpiana está relacionado con movimientos bruscos en los que el animal tiende a superar sus capacidades fisiológicas de movimiento articular durante un entrenamiento.

“El tratamiento dependerá del nivel de afectación y la localización de la lesión en la articulación. Si solo están afectadas la articulación media y carpometacarpiana, se puede realizar una artrodesis parcial, lo que permitirá que el animal pueda flexionar un poco la extremidad”, añadió Affinity-petcare.

Otra lesión recurrente en los perros es la ruptura del ligamento cruzado craneal. Se trata de un desgarramiento parcial o completo de uno de los principales ligamentos estabilizadores de la rodilla.

Al respecto, la American College of Veterinary Surgeons (ACVS) destacó que el 60% de los perros que sufren de una ruptura de este tipo en una sola rodilla, desarrollarán la misma condición en la otra. Adicionalmente, si no se trata a tiempo, la ruptura del ligamento puede evolucionar a una artritis en la articulación. Por esto es importante seguir las recomendaciones de tratamiento de los veterinarios.

Cabe destacar que cuando un perro sufre este tipo de lesiones adapta sus movimientos para equilibrar el dolor. Esto, por supuesto, genera daños colaterales como problemas musculoesqueléticos que interfieren en su desempeño motriz.

Es difícil evitar que un perro se lesione, por eso los expertos le sugieren a los dueños de los animales que se mantengan informados para estar atentos a las señales de dolor.