Colombia revive el episodio de la pesca de tiburones en Malpelo. Esta semana, dos embarcaciones fueron detenidas en este santuario natural. Una de ellas, de bandera costarricense, llevaba adentro cuatro tiburones y varias decenas de peces. La operación fue realizada por el buque ARC Calima de la Armada Nacional.  El hecho de que existan barcos pesqueros en Malpelo es un problema ecológico. Esa actividad está prohibida allí pues se trata de una de las áreas marinas más ricas en biodiversidad del mundo. La Unesco la declaró hace unos años como patrimonio de la humanidad.  Este santuario se ubica a 490 kilómetros al occidente de la costa de Buenaventura en el Pacífico colombiano.  Es una de las maravillas más imponentes que tiene Colombia en el océano Pacifico. Sobre la isla, que es prácticamente rocosa, vive y se reproduce una especie bastante particular: el piquero enmascarado, un ave de color blanco. Pero bajo el mar se encuentra uno de los hogares de tiburones más grandes de la región. Allí habitan el tiburón martillo, el tiburón ballena (que mide hasta 15 metros) y la manta diablo.  Según Parques Naturales, Malpelo es la novena área marina de protección absoluta más grande del mundo y uno de los cinco lugares más hermosos para practicar buceo, reconocido así por importantes publicaciones especializadas. Sus impresionantes paisajes submarinos son producto de la naturaleza volcánica del archipiélago y de ciertos procesos erosivos. La zona pertenece al llamado “Triángulo de Oro del Buceo” conformado también por los Parques Nacionales Isla del Coco (Costa Rica) y las islas Galápagos (Ecuador)”. Ahora la entidad impulsa, en conjunto con la Fiscalía, el CTI, los organismos de la Armada Nacional, Guardacostas del Pacífico y Dimar un proceso sancionatorio contra estos barcos.