Al igual que las piedras en los riñones, las piedras en la vesícula o cálculos biliares pueden llegar a ser muy pequeños o muy grandes, incluso, la organización estadounidense Mayo Clinic explicó que para estos últimos, los tamaños pueden oscilar entre granos de arena, hasta sólitos del tamaño de una pelota de golf.

A reglón seguido, afirmó que algunas personas llegaban a desarrollar muchos cálculos en la vesícula, mientras que en ocasiones donde la enfermedad no es tan avanzada, los pacientes pueden llegar a desarrollar solamente un cálculo. Y agregó, “los cálculos biliares son depósitos endurecidos de fluido digestivo que se pueden formar en la vesícula biliar. La vesícula es un órgano pequeño, con forma de pera, ubicado en la zona derecha del abdomen, justo debajo del hígado. Esta contiene fluido digestivo llamado bilis, que se libera al intestino delgado”, con respecto a las funciones y ubicación del órgano afectado.

El portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, indica que existen dos casusas principales para la aparición de estas piedras en la vesícula. La primera afirma que estos aparecen por la acumulación de colesterol en el órgano mencionado, sin que esto se relacione con el nivel de esta sustancia en la sangre, recalca que estas piedras solo son visibles a través de ecografías en el abdomen.

Por otro lado, también se pueden formar por bilirrubina. Según explica la página, estos aparecen cuando los glóbulos rojos se están destruyendo y hay mucha bilirrubina acumulada en la bilis, este tipo de cálculos se denominan pigmentarios. “Los cálculos de pigmento negro, son pequeños y duros, y sus causan pueden ser diversas (algunas enfermedades de la sangre, enfermedades hepáticas o del páncreas por abuso de alcohol o la edad avanzada). Y los de pigmento marrón son de consistencia más blanda, se derivan fundamentalmente de infecciones de la bilis”, indicó el portal Cinfa Salud, con respecto a las afectaciones de este tipo de cálculos biliares.

Los síntomas de esta enfermedad van desde las náuseas y vómito, el color amarillo en la piel o en los ojos, dolor en el abdomen por varias horas, la fiebre y los escalofríos, hasta las heces de color claro, advirtió el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, recalcando que si se padecen todos las anteriores dolencias, es necesario asistir inmediatamente a un médico.

Ante este panorama, es importante tener a la mano alternativas naturales que ayudan a combatir la enfermedad, de la mano con el tratamiento médico adecuado. Existen algunos alimentos que debido a sus propiedades pueden ayudar a disminuir los síntomas y en dado caso, también podrían ayudar a evacuar los cálculos de la vesícula.

Uno de los principales alimentos es la alcachofa, la cual ayuda a eliminar las piedras pequeñas que se forman en el órgano, a través de la producción de bilis. La cúrcuma también es una buena opción para aquellos pacientes con este afección, ya que debido a sus propiedades antiinflamatorias ayuda a reducir los dolores que producen estos cálculos.

El diente de león es otra planta que ayuda a combatir esta enfermedad, esta tendría propiedades que se especializan en el tratamiento de las afecciones en la vesícula y el hígado, por lo que si se consume regularmente una infusión de esta, se puede llegar a evacuar los cálculos formados, según explica el medio El Español.