Los cálculos renales, o también conocidos como piedras en los riñones, se producen cuando los minerales y las sales se cristalizan en estos órganos y crean depósitos duros, que pueden afectar cualquier parte del tracto urinario.
Según el portal Cinfasalud, de España, son diversos los factores que generan esta afección. Por ejemplo, tener antecedentes familiares, la dieta, la cantidad de líquido que se ingiere, los trastornos metabólicos y las infecciones del tracto urinario, entre otros.
La deshidratación se considera un aspecto importante que contribuye al desarrollo de cálculos renales, precisa el portal de temas médicos Medical News Today. “Cuando el cuerpo está deshidratado, el líquido se mueve más lentamente a través de los riñones, lo que aumenta las posibilidades de que los compuestos de sales y minerales entren en contacto directo y se peguen entre sí”, explica.
Normalmente, las piedras más pequeñas que se alojan en el riñón no causan ningún síntoma y es posible que el paciente no sepa que las tiene hasta que se mueven hacia el uréter, el tubo por el que viaja la orina para llegar desde el riñón hasta la vejiga, en donde pueden obstruir y generar dolor.
Por lo anterior, mantener un estilo de vida saludable que incluya actividad física regular y una alimentación balanceada es importante para evitar el desarrollo de las piedras en el riñón. De hecho, el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos dio algunas recomendaciones con las que es posible prevenir esta afección.
1. Reducir el sodio: cuando se consume sal en cantidad, aumenta la probabilidad de tener piedras en los riñones. Muchos de los alimentos enlatados, empaquetados y las comidas rápidas tienen sodio, por lo que se aconseja evitarlos.
2. Obtener suficiente calcio de los alimentos: se debe tener en cuenta que estos alimentos deben ser consumidos con moderación, pues en exceso pueden “bloquear otras sustancias en el tubo digestivo que a su vez causan piedras”, explica el Instituto.
3. Reducir el oxalato: se aconseja evitar los siguientes alimentos para reducir la cantidad de oxalato (compuesto que se produce como producto de desecho por el cuerpo) en la orina: nueces, cacahuetes, espinacas, entre otros.
4. Limitar la proteína animal: consumir este tipo de proteínas puede aumentar la probabilidad de tener piedras en los riñones. Los profesionales de la salud aconsejan limitar el pollo, los huevos, las carnes rojas, los pescados, entre otros. Se pueden reemplazar algunas de las proteínas animales por frijoles, guisantes secos, y lentejas.
5. Tomar agua: mantener el cuerpo hidratado, sobre todo de agua, es uno de los cambios más importantes que se deben realizar en los hábitos de vida para evitar que se formen las piedras en los riñones.
Cabe resaltar que, según el portal especializado, Healthline, algunos de los síntomas que se deben tener presentes para recurrir al médico en caso de persistencia son:
- Sangre en la orina: suele ser un síntoma común en quienes padecen piedras en el riñón, en ocasiones, la partículas de sangre son muy pequeñas, por lo que se debe recurrir a exámenes.
- Fiebre y escalofríos: cuando esto sucede el cuerpo está advirtiendo que es posible que haya una infección en los riñones u otra parte del sistema urinario. Por lo que, cuando hay fiebre y dolor al mismo tiempo, se debe acudir de inmediato al médico.
- Dolor o ardor al orinar: este síntoma aparece cuando el cálculo llega a la unión entre el uréter y la vejiga.
- Necesidad urgente de orinar: cuando se nota que aumenta la frecuencia para ir al baño, puede ser una señal de esta afección.
- Dolor en la espalda: cuando se poseen cálculos en los riñones los dolores suelen ser agudos e incluso, se han comparado con un parto o el ser apuñalado. Al principio se sentirá el dolor a un costado y en la espalda. Después, se extenderá al vientre y a la ingle.