Una piedra o un cálculo renal es una pieza sólida de material que se forma en el riñón debido a sustancias presentes en la orina, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Según la biblioteca, los doctores diagnostican las piedras en los riñones a través de análisis de orina, de sangre y de diagnósticos por imagen, pero los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales:
- Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece.
- Sangre en la orina.
- Fiebre y escalofríos.
No obstante, un cálculo renal no suele causar síntomas hasta que comienza a desplazarse por del riñón o pasa a los uréteres, los conductos que conectan los riñones y la vejiga.
Adicionalmente, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, explica que los tipos de cálculos renales son:
- Cálculos de calcio. La mayoría de los cálculos renales son cálculos de calcio, suelen producirse en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que produce el hígado diariamente o que se obtiene en la alimentación. Ciertas frutas y verduras, así como los frutos secos y el chocolate, tienen un alto contenido de oxalato.
- Cálculos de estruvita. Los cálculos de estruvita se forman a partir de una infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, con muy pocos síntomas o pequeñas advertencias.
- Cálculos de ácido úrico. Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que pierden demasiado líquido debido a la diarrea crónica o a la malabsorción, en aquellos que llevan una dieta rica en proteínas y en aquellos con diabetes o síndrome metabólico. Ciertos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de presentar cálculos de ácido úrico.
- Cálculos de cistina. Estos cálculos se forman en personas con un trastorno hereditario llamado cistinuria que hace que los riñones excreten un aminoácido específico en grandes cantidades.
Así las cosas, es importante señalar que la mayoría de las piedras renales se eliminan del cuerpo sin ayuda médica y una de las recomendaciones de Healthline es consumir jugos naturales que ayudan a eliminarlas, como el de limón, el de albahaca, el de apio o de granada.
De todos modos, antes de consumir el alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, existen hábitos que se pueden hacer para reducir el riesgo de cálculos renales:
- Beber agua todo el día. En el caso de las personas con antecedentes de cálculos renales, los médicos suelen recomendar que se beban suficientes líquidos para eliminar unos dos litros de orina al día, pero si se vive en un lugar de clima caluroso y seco, o si se hace ejercicio con frecuencia, tal vez se tenga que beber más cantidad de agua para producir suficiente orina. Si la orina es clara y transparente, es probable que se esté tomando la cantidad suficiente de agua.
- Consumir menos alimentos ricos en oxalatos. Entre ellos se encuentran el ruibarbo, la remolacha, el quimbombó, las espinacas, la acelga suiza, las batatas, los frutos secos, el té, el chocolate, la pimienta negra y los productos de soja.
- Elegir una dieta con bajo contenido de sal y proteínas animales. Reducir la cantidad de sal que se come y elegir fuentes de proteína no animales, como las legumbres.