La piel tiene la maravillosa función de cubrir el cuerpo. Es el empaque de los demás órganos que permiten vivir. Además de esta gran función, ha existido siempre un interés cultural por cuidar la piel del rostro.

Para ello es clave tener en cuenta la alimentación como base. Es decir, una primera forma, más bien interna, de tener una piel hermosa es lograr que los nutrientes de aquello que se consume cada día aporten. La otra forma, externa, es aplicar directamente productos.

Tomar la cantidad necesaria de agua ayuda a un funcionamiento adecuado del cuerpo. | Foto: Guido Mieth

La lista es infinita dado que los frutos de la naturaleza cubren las necesidades que el cuerpo por si solo no logra. Pero es importante saber que los organismos reaccionan de diferente forma. En ese sentido, lo que a unos rostros les conviene, a otros puede generarles hasta alergias.

Por ello es valioso tomar precauciones antes de aplicar cualquier crema. Así, se garantiza que el remedio si solucione la “enfermedad” y que una vez se tengan suplidas las necesidades básicas con una alimentación sana, se recurra a otros nutrientes para una piel de porcelana. A continuación tres opciones de cremas nocturnas.

1. Crema de miel y aceite de coco

Un estudio de la Clínica Central “Cira García” concluyó que la miel tiene propiedades antibacterianas. Ello, sumado a los antioxidantes del coco, puede aportar una mascarilla efectiva.

Ingredientes

  • ½ taza de aceite de coco (100 g)
  • 3 cucharadas de miel (75 g)
La miel tiene aminoácidos, vitaminas, minerales, hierro, cinc y antioxidantes. | Foto: Gabor Izso | Getty Images

Preparación

  • Mezclar los ingredientes.
  • Calentar en el microondas o de otra forma, hasta lograr una consistencia líquida.
  • Calentar la crema entre las puntas de los dedos durante unos segundos.
  • Aplicar la mezcla en la cara y el cuello, haciendo pequeños círculos.
  • Dejar actuar durante la noche.
  • A la mañana siguiente, enjuagar.

También indica el portal Mejor en Salud, que la crema restante se puede guardar en un recipiente plástico con tapa.

2. Crema con huevo y aguacate

El aguacate contiene ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados que protegen la piel, tal y como afirma este

Una investigación de Nutrition Science Solutions, señaló que el aguacate contiene grasas monoinsaturadas, que hidratan la capa superior de la piel. Además, aporta ácidos grasos poliinsaturados, que resguardan de los rayos del sol nocivos.

En cuanto al huevo, un estudio de la Universidad de Duke encontró que la yema cuenta con vitaminas y ácidos grasos ideales para nutrir la piel.

La yema del huevo aporta vitaminas y ácidos grasos.

Ingredientes

  • ½ aguacate maduro.
  • 1 huevo crudo.

Preparación

  • Aplastar el aguacate hasta lograr una pasta homogénea.
  • Agregar el huevo y mezclar hasta obtener la consistencia de una crema.
  • Aplicar la preparación con movimientos circulares.
  • Esperar un tiempo adecuado mientras la mezcla se seca.
  • Lavar la cara con agua y jabón neutro.

En el sitio web Mejor con salud, recuerdan usar esta crema dos veces por semana. Mientras tanto, y en el menor tiempo posible, refrigerarla.

3. Crema de sábila, aceite de oliva y leche

El Hospital Clínico Quirúrgico Docente Provincial “Amalia Simoni Argilagos” de Camagüey (Cuba) hizo un análisis de las propiedades del aloe vera. Encontraron que es un gran humectante que mantiene sana la pie. Por el lado de la leche, esta aporta el ácido láctico, que da propiedades exfoliantes. Y en cuanto al nombrado aceite de oliva, este proporciona antioxidantes y nutrientes esenciales.

La sábila o aloe vera es un gran humectante. | Foto: Getty

Ingredientes

  • 2 cucharadas de gel de aloe vera (30 g)
  • 1 cucharada de aceite de oliva (16 g)
  • 2 cucharadas de leche en polvo (30 g)

Preparación

  • Juntar el gel de aloe vera, la leche y el aceite de oliva hasta obtener una pasta de consistencia uniforme.
  • Aplicar la crema en la piel del rostro y masajear circularmente hasta que se absorba por completo.
  • Al día siguiente, enjuagar el rostro con jabón neutro y agua tibia