La irritación en la piel es un síntoma que puede aparecer con frecuencia, especialmente en las personas que tienen una piel sensible, las cuales producen sequedad, enrojecimiento y erupciones en la piel.
¿Qué factores pueden desencadenar la sensibilidad en la piel?
Cambios bruscos de temperatura: entre los factores externos influyen el calor, el frío y el viento. Se debe a que estos factores causan cambios bruscos de temperatura que desencadenan la liberación de histamina. Esto provoca molestas sensaciones de picor, y hace que los vasos sanguíneos se dilaten, dando como resultado el enrojecimiento.
Contaminación: las finísimas partículas llamadas PM 2,5 (básicamente hollín) se adhieren a la superficie de la piel, donde se desencadena una reacción en cadena de estrés oxidativo. Esta reacción deteriora la función de barrera protectora, lo que provoca sequedad y un aumento adicional de la sensibilidad de la piel a los irritantes externos.
Luz solar: la radiación ultravioleta provoca un estrés oxidativo y la inflamación de la piel, lo que puede provocar los desagradables síntomas asociados a la piel sensible.
Comida picante: la sustancia llamada capsaicina que se encuentra en la comida picante puede activar los receptores de irritación de la piel, por lo que muchas personas también experimentan rubor y enrojecimiento de la piel después de ingerir este tipo de alimentos.
Alcohol: es otra de las causas de la sensibilidad de la piel debido a dos importantes factores. En primer lugar, provoca la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que produce rubor y enrojecimiento. En segundo punto, actúa como diurético (una sustancia que expulsa el agua del cuerpo), lo que provoca la sequedad de la piel, haciéndola más vulnerable a las agresiones externas.
Estrés: para algunas personas, el estrés y las emociones intensas pueden ser un desencadenante de la piel sensible. Cuando las personas se alteran, las terminaciones nerviosas de la piel empiezan a emitir señales de dolor y los vasos sanguíneos del rostro y el cuello se dilatan, provocando un rubor visible y haciendo que la cara y el cuello experimenten ardor.
Sin embargo, el portal Onsalus, dio a conocer ciertos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar la irritación.
Aceite de almendras:
Este remedio casero es el más utilizado para tratar problemas en la piel, debido a que hidrata la piel, así como calmante, lo que permite aliviar la irritación de la piel. Para conseguir los beneficios de este aceite, se debe aplicar en la parte afectada, realizando suaves masajes.
Aceite de ricino:
Las propiedades del aceite de ricino, pueden ayudar a la hidratación de la piel, las cuales protegen la dermis. Además, si se aplica este aceite en la piel, permitirá que sea menos susceptible a las agresiones externas, como por ejemplo el clima.
No obstante, se recomienda conservar el aceite en buenas condiciones, debido a que se puede tornar rancio y puede llegar a ser considerado tóxico.
Aceite de aguacate:
El aguacate es rico en vitaminas, antioxidantes y minerales, los cuales son beneficiosos para la piel. Estas propiedades nutritivas ayudan a hidratar, nutriendo la piel. Además, el aguacate repara las zonas dañadas de la piel, es decir, que alivia la irritación.
Probióticos:
Los probióticos son microrganismos las cuales contribuyen al funcionamiento del sistema inmunológico y se pueden conseguir en el yogur. Sin embargo, los nutrientes del yogur, pueden otorgar a la dermis un aspecto saludable.
Finalmente, la doctora Arantxa Arana recomienda una rutina diaria en tres pasos: “primero limpiar el rostro con un producto de higiene “sin jabón”. Las texturas más usuales son la leche desmaquillante y el agua micelar, que no necesita aclarado. Además, calmar la piel con agua termal, puesto que posee propiedades calmantes, hidratantes y antioxidantes, especialmente beneficiosas para estas pieles.
*Con información de Europa Press.