El cuerpo necesita aceites y grasas para un funcionamiento óptimo. Contrario a lo que muchos creen, en el sentido de que son dañinas para la salud. No obstante, sí existen algunas fuentes que no son beneficiosas para el organismo y hay que saber diferenciarlas.
De acuerdo con el portal de la Universidad de San Francisco, las grasas que no son benéficas para el cuerpo son llamadas “saturadas, hidrogenadas y trans, así como aquellas que permanecen sólidas a temperatura ambiente”.
Estas grasas están presentes en varios productos que hacen parte de la dieta como:
- Carnes, queso, crema, manteca.
- Manteca de cerdo, piel de pollo.
- Aceites de coco y palma.
- Margarinas en barra, grasa alimentaria.
- Comidas rápidas, comidas procesadas.
Al respecto, Medline Plus explica que “un exceso de grasa saturada puede causar la acumulación de colesterol en las arterias (vasos sanguíneos). Las grasas saturadas elevan su colesterol LDL (malo). Un colesterol LDL alto incrementa su riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular”.
Además, contribuyen al aumento de peso y no de manera saludable, “alimentos altos en grasas como pizza, productos de panadería y alimentos fritos tienen muchas grasas saturadas. Comer demasiada grasa puede agregar calorías adicionales a su dieta y provocar que suba de peso”.
Sin embargo, no todo está perdido. Existen algunos aceites que aportan grandes beneficios al organismo. Estas son las denominadas “grasas mono y poliinsaturadas, son líquidas a temperatura ambiente”. Es decir, los aceites vegetales. Entre estos últimos se destacan:
- Aceites de oliva, cártamo, canola.
- Girasol, soja, maní”.
- Aguacates (paltas).
- Semillas de calabaza
- Semillas de calabaza.
- Semillas de ajonjolí..
- Almendras.
- Anacardos (marañones).
- Cacahuates (maní) y mantequilla de cacahuate (mantequilla de maní).
- Nueces pecanas.
De acuerdo con Mayo Clinic, las grasas que son de “origen vegetal pueden reducir el colesterol malo y aumentar el bueno. También pueden mejorar el control de los niveles de glucosa sanguínea”.
En este punto, vale decir que el término ‘colesterol’ normalmente es asociado con algo nocivo y que las personas no quisieran tener, ya que tienen la creencia de que hace daño, pero lo cierto es que es una sustancia (que parece una cera) y que es necesaria en el cuerpo.
Sin embargo, lo que sí hay que cuidar es que no se presente en baja densidad, debido a que esto sí podría convertirse en algo dañino para el organismo, ocasionando problemas de diversos tipos, como sobrepeso, diabetes, enfermedad en los riñones, síndrome de ovario poliquístico, entre otros, según Medline Plus.
Dicho esto, hay un aceite que trae beneficios para la piel, ayudando a reducir las líneas de expresión, el cuero cabelludo seco y la caspa persistente. Se trata del aceite de caléndula.
De acuerdo con el portal Mejor con Salud, la caléndula es beneficiosa para la salud digestiva. Además, ayuda a combatir la inflamación, por lo que resulta ideal al momento de tratar con hematomas, hinchazones, golpes o dolor en general.
“Reduce la proliferación de hongos y bacterias que puede producirse en heridas o en otras partes del cuerpo, ya sea por humedad o por la contracción de hongos por vía tópica”, añaden desde el portal sobre medicina Dos Farma, que señala que la caléndula es empleada con fines cosméticos, puesto que ayuda a mejorar la hidratación y salud de la piel.
Asimismo, según el portal Mundo Deportivo, contiene activos como los calendulósidos y los flavonoides, que son “propiedades reparadoras y analgésicas que lo convierten en uno de los mejores remedios vulnerarios para tratar afecciones en la piel como cicatrices, contusiones, picaduras y golpes”.
Por su parte, desde Adelgazar en casa afirman que ayuda a “aliviar varios tipos de afecciones de la piel; como piel seca, picazón o irritación; si presentas síntomas de eccema, dermatitis o caspa”.
Además, agregan que “la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la piel joven y saludable”. Por lo mismo, hace que la aparición de arrugas se tarde un poco más.