Por lo general, cuando los tobillos y los pies están hinchados, se debe principalmente a la acumulación anormal de líquidos, que médicamente se conoce como edema. Según Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este tipo de hinchazón puede ser indolora impactando ambas piernas y puede incluir las pantorrillas o incluso los muslos.
Entre las causas más comunes está el sobrepeso, tener un coágulo de sangre en la pierna, ser de edad avanzada, padecer una infección en la pierna o tener venas en las piernas que no pueden bombear sangre apropiadamente de nuevo al corazón, que se denomina insuficiencia venosa. Esta afección también la puede ocasionar “una lesión o cirugía que involucre la pierna, el tobillo o el pie puede causar hinchazón, la que también puede ocurrir después de una cirugía de la pelvis, especialmente para cáncer”.
Con respecto a la sintomatología, los expertos de Mayo Clinic indican algunos síntomas que son muy frecuentes cuando se padece un edema:
- Hinchazón o inflamación del tejido que está debajo de la piel, especialmente en las piernas o los brazos.
- Piel estirada o brillante.
- Piel que tiene un hoyuelo, también conocido como fóvea, después de haber sido presionada durante unos segundos.
- Aumento del tamaño del área del estómago.
- Sensación de pesadez en las piernas.
Ante estos síntomas, lo ideal es acudir al médico de inmediato, ya que esto puede traer problemas en el sistema cardiovascular. Por su parte, los especialistas en salud indicarán el tratamiento a seguir, dependiendo de la condición física del pacientes. Adicional a ello, la medicina tradicional ofrece remedios caseros a base de hierbas medicinales con propiedades diuréticas que ayudan a eliminar los líquidos acumulados en estas zonas del cuerpo.
De hecho, el portal web Tua Saúde aconseja consumir infusiones como té de cola de caballo, el cual posee propiedades antiinflamatorias y diuréticas, que se pueden utilizar como auxiliar en el tratamiento de piedra en los riñones e infecciones urinarias. Al ser una hierba diurética debido a las grandes cantidades de flavonoides, como quercetina y apigenina; compuestos fenólicos, como los ácidos cafeico y cinámico, además de sales minerales, actúa aumentando la producción y eliminación de líquidos a través de la orina, combatiendo la hinchazón y la retención de líquidos.
Un estudio realizado demostró que ”tomar una dosis diaria de 900 mg de extracto seco de cola de caballo en cápsula tiene un efecto diurético más potente que un diurético de farmacia, como la hidroclorotiazida, por ejemplo. Sin embargo, aún son necesarios más estudios para comprobar este efecto”, indica Tua Saúde.
¿Cómo hacer el té de cola de caballo?
Ingredientes:
- 1 taza de agua hirviendo;
- 1 cucharada de cola de caballo.
Preparación: se debe colocar el tallo seco de la cola de caballo en la taza de agua hirviendo y deja reposar alrededor de 5 a 10 minutos. Enseguida, colar la infusión y beber hasta 2 tazas al día, de preferencia después de las principales comidas del día. Es importante aclarar que este té no debe utilizarse por más de 1 semana seguida, con el fin de evitar deshidratación y eliminación de algunos minerales esenciales para el cuerpo.
Además del té, la cola de caballo también se puede encontrar en forma de suplemento, “siendo la dosis recomendada entre 500 y 570 mg, 3 veces al día, debiendo siempre ser utilizadas bajo orientación médica o de un profesional de la salud con experiencia en plantas nutricionales”. Del mismo modo, otra forma de usar esta hierba es haciendo un baño de asiento que puede ayudar en el tratamiento de infecciones urinarias y tan solo se debe colocar 3 puñados de tallos secos en el agua del baño y permanecer sumergido en el agua durante 5 a 10 minutos.